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Actualizado: 27 de junio de 2025


Al principio, las figuras groseras y mal pergeñadas representaron escenas de la vida privada, murmuraraciones de vecinos; pero después la sátira se remontó, metiéndose de rondón en la política, y las fallas se convirtieron en burlas al gobierno y caricaturas de la autoridad. Las niñas de doña: Manuela despreciaban la fiesta que se preparaba.

Los dos ancianos que se habían retirado a su dormitorio para recuperar las fuerzas después de las horas dolorosas de la mañana, se levantaron espantados. Llamaron a los sirvientes; pero éstos habían volado a hacer que la ciudad no quedara por más tiempo privada de las últimas noticias del triste acontecimiento. Sube dijo a su marido la mujer, tan resuelta de ordinario.

Era una mujercita delicada, de complexión casi enfermiza, sin rasgos enérgicos de belleza con que atraer y dominar: su rostro carecía de expresión y su cuerpo de gentileza: sus posturas eran lánguidas, como si todo su organismo estuviera sometido a la impasibilidad de un temperamento ingénitamente casto, reflejo de un alma privada de inspirar pasiones e incapaz de sentirlas.

Del sillón a la cama y de la cama al sillón: era todo lo que andaba con trabajo. Moralmente también se hallaba privada de movimiento, falta del impulso protector que le prestaba su hermana. Desde que ésta bajara al sepulcro, no tenía ya quien la sujetase. Esto, lejos de alegrarla, la sumía en una melancolía profunda.

Al cabo de ese tiempo se presentó de nuevo la patrona, toda azorada. La señorita tiene un ataque y está en la cama sin conocimiento. ¡Venga, venga, señor cura! ¡Voy, voy! exclamó asustado, corriendo en pos de ella. En efecto, Obdulia yacía en la cama, privada de sentido y extrañamente pálida. Parecía muerta. El P. Gil sintió al verla en tal estado una punzada de remordimiento en el corazón.

Yo, a todo esto, después que caí en la privada, era la persona más necesaria de la riña. Vino la justicia, comenzó a hacer información, prendió a berceras y muchachos mirando a todos qué armas tenían y quitándoselas, porque habían sacado algunos dagas de las que traían por gala y otros espadas pequeñas.

Si lograba buen éxito, callaba y sonreía voluptuosamente, pero no volvía a acercarse al poeta aplaudido. Cuando éste se quejaba de su desvío, respondía: «Usted ya ha demostrado que tiene alas; vuele V., amigo mío, vuele V., que yo tengo que soltar a otros pobrecitos». Su vida privada ofrecía muy poco de particular.

Excepto las vias de comunicacion y la enseñanza pública gratúita, que el Estado sostiene, las manifestaciones de la actividad social pertenecen á la iniciativa privada. Es tan grande el interes que allí se tiene por el progreso de la instruccion pública que casi no hay una ciudad que no tenga su biblioteca bien surtida, su museo y muchos institutos y colecciones importantes.

Godfrey tenía instrucción privada de comunicar todo cuanto ocurriera á su nuevo amo: tal era la verdadera misión, á cuyo cumplimiento se deben las noticias que irán apareciendo.

¡Escúchame, hija mía!... Esta pasada noche reflexionaba... pensaba en ti... pensaba que yo era para ti todo lo que debo ser... todo lo que quiero ser... Soy una anciana enferma... Esa es mi excusa... Tus cuidados, tus buenos oficios me son preciosos, no lo oculto... sería para contrariedad muy grande verme privada de ellos. Pero, señora, yo absolutamente pienso...

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