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Actualizado: 8 de mayo de 2025
No se da apenas sujeto que, al calificar a alguien de cursi, haga más que pagarle, porque es seguro que los calificados por él le califican a boca llena de lo mismo. ¿Será esto porque la cursería es una cualidad indeterminada y confusa? Yo creo que no, pues he notado que sucede lo propio con otras cualidades harto determinadas.
Decreto: Habiéndose dado por Diego Velázquez, mi pintor de Cámara, el memorial incluso, he acordado de remitirle a la Junta de Obras y Bosques y ordenado que se procure forma como pagarle y darle satisfacción. A Don Francisco de Prado. La Junta: En 24 de Octubre 1636 se publicó esta orden en la Junta y se acordó se consultase a su Majd. que en cobrando se cumplirá con este hombre.
Un pensamiento, referente a cosa muy práctica, la punzaba y afligía, y era el siguiente: «Por cierto que en mes y medio que llevo aquí, Melchor me ha ido facilitando, facilitando cantidades, que será preciso pagarle algún día... Es tan cómodo el sistema para mí, que sin saberlo cómo, me estoy empeñando en dinerales.
Pues bueno: yo soy Juan Claridades; después de atender a todo lo del día, me ha sobrado una peseta. Téngala... Por Dios, señá Benina dijo Frasquito palideciendo primero, después rojo. No haga melindres, que le vendrá muy bien para que pueda pagarle a Bernarda la cama de anoche. ¡Qué ángel, santo Dios, qué ángel! Déjese de angelorios, y coja la moneda. ¿No quiere? Pues usted se lo pierde.
El anciano médico se alargó todavía bastante dándole consejos sobre su proceder en lo futuro. El joven le escuchó religiosamente, concediéndole la razón en su interior. Cuando hubo terminado, se levantó y quiso pagarle. El médico no lo consintió: sentía mucha simpatía hacia los jóvenes escritores, y en el caso presente comprendíase que la simpatía era aún más viva.
Y sobre todo, con decirle á usted que para conseguir que Andresillo Corcho saliera por esas calles gritando, como usted vió muy bien el domingo, tuve que pagarle todas sus deudas, que eran ocho meses al casero, y qué sé yo cuántos piquillos sueltos á los amigos... Y luego no gana uno para sustos, don Elías.
Me participa también que uno de sus arrendatarios de Vaux, a quien durante la Revolución le había arrendado las tierras, le ha entregado cuatro mil pesos, después de haber reconocido por sí propio que lo que pagaba no era justo: además, se ha comprometido a pagarle por espacio de veinte años una asignación en frutos de la cosecha.
Además su amor propio, aunque otra cosa aparentase, había sufrido mucho en los últimos años. No basta fingir indiferencia y desdén ante los extravíos de una esposa; no basta pagarle en igual moneda paseándole por delante de los ojos las queridas, hacer gala de ellas ante el público. Las armas serán iguales, pero las heridas que la mujer causa son más profundas y más graves que las del hombre.
Y si para que les aliviase del trabajo querían tener algún dependiente, fuese español o indio, deberían pagarle su trabajo de la parte que le tocase de sus utilidades, no entendiéndose esto con los que manejasen las pulperías, los capataces ni demás empleados en el beneficio, conservación y aumento de la factoría, pues a éstos, como a todos los demás peones y trabajadores, se les debería pagar su salarios y jornales del cuerpo del manejo, como que trabajaban en su beneficio y utilidad; y todos los demás gastos que se ofreciesen en el pueblo que no tuviesen relación ni se dirigiesen a beneficio de los bienes de la factoría, los debería sufrir la parte de utilidades que a esta correspondiesen, como son alimentos y vestuarios de viejos impedidos, cura de enfermos pobres, salarios de justicias, pago de reales tributos, diezmos y cualquiera obra útil o pía que se estableciese en beneficio del común, como se irá expresando en donde corresponda.
Cedió el padre al fin, y lo puso de alumno en el taller del pintor Ghirlandaio, quien halló tan adelantado al aprendiz que convino en pagarle un tanto por mes. Al poco tiempo el aprendiz pintaba mejor que el maestro; pero vio las estatuas de los jardines célebres de Lorenzo de Médicis, y cambió entusiasmado los colores por el cincel.
Palabra del Dia
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