Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de junio de 2025
El sol es blanco y frío, las flores no tienen fuerza para abrirse y no se oyen en el campo más que pajarillos piando en los breñales. ¡Antes había un aire tan dulce, tan agradable cuando empezaba a caer la tarde y me gustaba tanto cuando agitaba mis cabellos! Ahora son brisas que lo secan todo y me espanta el ruido que hacen cuando rechinan en las ramas muertas.
Por eššo les hablo por parabolas; porque viendo no veen, y oyendo no oyen, ni entienden. Demanera que še cumple en ellos la prophecia de Išaias, ÿ dize, De oydo oyreys, y no entendereys, y viendo vereys, y no mirareys. Mas bienaventurados vueštros ojos, porque veen: y vueštros oydos porque oyen. Oyd pues vošotros la parabola del ÿ šiembra.
Al Señor Mayorazgo no lo quieren ni los arroases de la mar, ni los Demonios del Infierno. ¡Será para Dios Nuestro Señor! Se oyen pasos en el corredor, y los mendigos callan. La Rebola echa en el fuego un haz de sarmientos que ahuman y chascan bajo las lenguas de la llama, y una gran hoguera irrumpe de pronto.
A inteligencias tan dormidas se las despierta bruscamente, lanzándolas en un mundo completamente desconocido para ellas. Durante dos meses están siendo objeto de toda clase de atenciones, y como son bonitas, sus oídos oyen de continuo frases que, si al principio no comprenden, luego concluyen por envenenarles la existencia.
No se nota en estos pueblos aquel bullicio que ocasionan las gentes en las poblaciones; cada uno en su casa observa un profundo silencio, no se juntan a conversación ni diversión alguna, ni aunque estén juntos se les ofrece qué hablar, porque están faltos de especies; ni tienen juegos para pasar el tiempo desocupado, ni aun los muchachos juegan ni se divierten en las plazas y calles, como es propio de su edad; no se oyen cantares en su idioma, ni en castellano, y así no se les oye cantar en sus faenas ni ocupaciones, como lo acostumbran los trabajadores para aliviar el trabajo; ni tampoco cantan las indias, ni aun saben ellos ni ellas hablar alto.
2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen; porque son Casa rebelde. 3 Por tanto tú, hijo de hombre, hazte aparejos de marcha, y parte de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos; no verán porque son casa rebelde.
Porque no sólo van al café los perdidos y maldicientes; también van personas ilustradas y de buena conducta. Hay tertulias de militares, de ingenieros; las de empleados y estudiantes son las que más abundan, y los provincianos forasteros llenan los huecos que aquellos dejan. En un café se oyen las cosas más necias y también las más sublimes.
28 Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, a madera y a piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. 29 Mas si desde allí buscares al SE
Sea como sea afirmó esa locuela de Coca es un hombre, y hay que emplear con él los recursos que sirven para con todos... ¿De dónde tú tan enterada?... Es que tengo dos orejas que oyen bien y dos ojos que no ven mal. Tu cabeza es la que piensa mal, tu cabeza de chorlito... Coca se picó y repuso prontamente: Hagamos entonces una apuesta.
Así como se oyen en gritos, silbidos y gorgeos las voces de todos esos idiomas misteriosos que hablan los animales de toda especie, del mismo modo se percibe en los corrillos y grupos humanos del jardin el acento de todas las lenguas europeas.
Palabra del Dia
Otros Mirando