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Para que las lecturas se hiciesen con todo orden y diesen provechosos frutos, don Luís Tolva redactó con gran pulso y meditación un Reglamento, que constaba de trece artículos, y el cual fué aprobado en 14 de Abril por el jefe superior político, Moreno Daoiz.

Tanto fructificó en el corazon de este grande y temido rey el germen de seria meditacion que en él depositó el agorero. , la grande aljama está concluida: ¡tambien Hixem cree haber asegurado su puesto en el jardin eterno de las delicias!

Luego permaneció frente a ella inmóvil como una estatua, sumida en profunda meditación. Elena, sin levantar los ojos, sentía sin embargo su mirada, adivinaba los contrarios pensamientos que luchaban en su mente y su corazón latía dentro del pecho hasta dejarse oír.

Entonces Blázquez Serrano pidiole disculpas de venir a turbar aquellos momentos de saludable meditación; pero se trataba, dijo, de un asunto harto grave y venía a exigirle el postrer homenaje a la amistad que les había ligado hasta entonces. Vuesa merced se va exclamó; pero yo quedo, y solamente la palabra de vuesa merced puede auxiliarme en esta cuita.

En interrumpiendo la meditacion, y aun si bien se observa, mientras ella dura, se halla tan cierto como el mas rústico, de sus actos interiores, de la existencia del cuerpo propio, de los demás que rodean el suyo, y de mil otras cosas que constituyen el caudal de conocimiento necesario para los usos de la vida.

¿Que vous semble-t-il? ¿Qué le parece á usted? preguntó la señora, avivando un tanto los ojos, y marcando mucho las palabras, con cierta expresion orgullosa. Me parece, señora, la contesté, que aquello es un lugar de triunfo y de alegría, no de sacrificio, de meditacion y de recogimiento. Es una Vénus, no una Magdalena; un festin, no una lágrima.

Pero estos comentarios y desahogos, y otros por el estilo, no los oía Emma; ella veía a la envidia, no la oía; veía sus ojos brillantes, sus sonrisas tristes, sus éxtasis sinceros y melancólicos en la cara de las incautas, que no sabían disimular siquiera, y se quedaban como Santas Teresas arrobadas en la meditación y el amor del pesar del bien ajeno.

No están tristes respondió Lucía ; están pensativas, que es cosa muy diferente. Meditan ¡y no les falta en qué! sin ir más lejos, en Dios, que las crió. ¡Meditar! Lo mismo meditan ellas que ese puente o esos barcos. El privilegio de la meditación Artegui subrayó amargamente la palabra privilegio está reservado al hombre, rey de los seres.

La teoría de la inspiración es falsa y ridícula: la inspiración acude delante de las cuartillas y de los libros, no en las mesas de los cafés ni en las salas de juego: cuando no gusta lo que se ha escrito, se rompe y se escribe de nuevo preparándose convenientemente con el estudio y la meditación; pero no se van a buscar ideas a la ruleta.

Sin embargo, tal es el amor que tenemos a nuestros hijos, y la presente Meditación es hija mía, que aunque haya nacido enclenque y ruin; no he de atreverme a matarla.