Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de octubre de 2025
Don Mauricio es hombre del día; entiende sus conveniencias, y por ello respetaría las tuyas..., porque tú no habías de pretender nada que no fuera usual y admitido entre las mujeres de tu rango; y como no le amas ni puedes amarle, no hay que temer en ti los desencantos ni las terribles consecuencias que éstos traen en los matrimonios por amor.
Todo esto se hace con bastante veneración, y si llueve o las calles están con lodo, llevan al sacerdote en silla de manos, o por mejor decir de hombros, pues en ellos la llevan cuatro o más indios, sin que por esto deje de sacarse el palio y demás decencia que queda explicada. Para celebrar los matrimonios parece tenían los jesuitas tiempo determinado, y era después de cuaresma.
Un matrimonio por cada 131, 6 habitantes. ó mas de tres veces el número de habitantes por matrimonios de la provincia de Moxos. Semejante diferencia de resultados proviene evidentemente de las condiciones del estado social. Estos números son tal vez lo sumo que puede obtenerse de una poblacion cualquiera.
En octubre de 1615 trasladóse la corte a Burgos, donde se celebraron, por poder, los matrimonios de la infanta doña Ana de Austria, hija de Felipe III, con Luis XIII de Francia, y el de Isabel de Borbón, hermana del Rey de Francia, con el Príncipe de Asturias. El Duque de Lerma fué enviado por el Rey para que acompañara a doña Ana hasta el Bidasoa y trajese desde allí a doña Isabel.
Todos eran amigos, todos eran algo parientes en aquella República de clases cerradas, donde el gobierno y la riqueza se mantienen en posesión de las antiguas familias coloniales, cada vez más unidas por los matrimonios dentro de la misma casta. ¡Viva Chile! gritaban enérgicamente saludando a las lejanas figuritas.
Contra lo que acaece generalmente, estas mujeres que no pudieron hallar marido tenían la manía de casar a todo el mundo. El número de matrimonios que salieron acordados de aquella salita es incalculable.
No primo, exactamente dijo el cura narigueando su rapé con júbilo; el señor de Pavol es sólo tío político de Reina; su esposa era una señorita de Lavalle. No importa exclamó el señor de Couprat, no renuncio a nuestro parentesco. Mucho más, cuanto que si se buscase bien, se encontrarían matrimonios entre mi familia y la de los de Lavalle.
Barbarita se había acostumbrado a los ruidos de la vecindad, cual si fueran amigos, y no podía vivir sin ellos. La casa era tan grande, que los dos matrimonios vivían en ella holgadamente y les sobraba espacio. Tenían un salón algo anticuado, con tres balcones. Seguía por la izquierda el gabinete de Barbarita, luego otro aposento, después la alcoba.
La vida de familia, el ambiente del hogar, el apego a los hijos, la atención esclava del detalle doméstico, y Dios en el corazón más que en la lengua... Este era todo el saber, toda la ciencia que daba por fruto en los matrimonios hombres útiles y mujeres honradas.
En razon de la causa misma que acabo de esponer, el número anual de matrimonios, comparado con la poblacion, ofrece resultados bien diferentes á los de las poblaciones europeas. En 1830 hubo en la provincia de Moxos quinientos cincuenta y un matrimonios, que si se comparan con la poblacion de veintidos mil habitantes, darán por resultado Un matrimonio por cada 41, 053 habitantes.
Palabra del Dia
Otros Mirando