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Sin duda fiaba más en los motines y algaradas que a cada momento había manifesté yo. El catalán, que hacía lo menos cinco minutos que no hablaba y estaba pesaroso, cogió la ocasión por los cabellos para interrumpirnos diciendo con sonrisa entre humilde y petulante: ¡La restaurasión! ¡Je, je! La restaurasión; aquí donde ustedes ma ven, si no es por no sa hase.

Después quise catequizar a la muchacha que conducía al colegio unas niñas, y me acogió muy bien mientras supuso que estaba prendado de sus gracias; mas en cuanto le manifesté tímida y veladamente mi pensamiento, me soltó una rociada de injurias y denuestos, que sólo mi paciencia, que es muy grande, pudo tolerar.

Me niego a responder a su pregunta manifesté con vehemencia. Yo también podría preguntarle por qué razón ha estado usted todos estos años pasados viviendo ocultamente en Italia o por qué recibía su correspondencia dirigida a una casa de una calle secundaria de Florencia. Su rostro perdió sus bríos, sus cejas se contrajeron ligeramente, y noté que mi observación le había causado cierto recelo.

Al parecer, éste era víctima de una indisposición súbita que le impedía venir a la estación, pero me rogaba que le permitiese esperarme en la catedral. Manifesté mi sentimiento, acepté bondadosamente las excusas del General y recibí los plácemes de muchos y muy distinguidos personajes.

Iguales diligencias manifesté á dicho Exmo. Señor serian útiles practicar desde la fronteras de Buenos Aires y sus guardias, destinando sugetos adaptados para el caso; con cuyos conocimientos era fácil con dos expediciones que salieran de esta capital y Rio Negro contenerlos y refrenarlos.

Protesté de que primero que consentir que Gloria faltase a la obediencia y sumisión que a su madre debía, sería preferible para renunciar a su mano. Al llegar aquí manifesté que traía de ella encargo expreso de pedirle humildemente perdón. No venía en persona a pedirlo por el temor de no ser recibida. Pasé luego a la cuestión de intereses, y aparecí generoso, desprendido.

Tuve que confesar mi ignorancia al respecto, pero, en contestación a su pregunta, deploré el fin trágico e imprevisto de nuestro amigo, y le manifesté cómo había quedado en posesión del paquete de naipes, en los cuales estaba escrito el enigma cifrado. ¿Tiene usted una idea de lo que en realidad era su secreto? preguntó el viejo enjuto. Quiero decir, ¿sabe usted de dónde provenía su gran fortuna?

Manifesté temores de que enterase a D.ª Tula de nuestra conversación, pero Gloria me tranquilizó afirmando que en Sevilla nadie hacía traición a dos enamorados. Los serenos menos que ningún otro se fijaban en estos coloquios a la reja, que estaban viendo todas las noches. En las criadas también tenía confianza.

Es indudable que, si yo me manifesté durante estos últimos años como un escritor pesimista, ello ha consistido, principalmente, en la frecuencia con que pasaba por la calle de Cedaceros. Pero, al fin, la famosa valla ha caído en tierra, y ahora todo me parece posible. Unas gentes que han acabado con la valla de Vitórica me digo pueden acabar con la misma política del Sr. Cierva.

Después de dar unas cuantas vueltas por la galería se fueron hacia arriba, y yo al poco rato manifesté al señor Paco deseo de subir también a ver el parque que en la orilla del río han formado recientemente para esparcimiento y recreo de los bañistas. Es una gran terraza natural sobre el Guadalquivir, con que termina la falda de la colina en que Marmolejo está asentado.