United States or Norfolk Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Forman las calles, ora terrenos pedregosos donde aúllan manadas de perros hambrientos, ora filas de chozas toscas, ora pobres tiendas con sus tabletas balanceándose en un asta de hierro. A lo lejos se alzan los arcos triunfales hechos con barrotes de color de púrpura, ligados en lo alto por un tejado oblongo de tejas azules que brillan como esmaltes.

Hay todavía hermosas manadas, y acamparemos en las tiendas con los Cherokees... Allí verá usted potros, como no los hay en el mundo, que corren veinticuatro horas sin descansar... Pescaremos el salmón en los creeks... Hay rincones donde se cogen piezas que datan del diluvio... ¡Unos monstruos!

La vida vegetal y animal empezaba á reaparecer en el desierto. En los días siguientes los guanacos salieron á su encuentro formando manadas y los matorrales fueron más espesos y altos. La atmósfera resultaba más respirable; el terreno iba en descenso. A la semana siguiente el fugitivo de Salta encontró hombres y durmió en viviendas que formaban míseros pueblos.

Nuestros viajeros reprimían su curiosidad y no querían explorar nada, anhelando sólo hallar el paso que buscaban. Se contentaron, pues, con tomar agua potable y llevarla en odres y en pipas al buque y con cazar multitud de palomas y de ánades silvestres y algunos a modo de ciervos que en grandes manadas vagaban por la espesura de aquellos bosques. El país era espléndido.

Junto á las corrientes de agua, en el centro del cauce y en las riberas que la humedad había cubierto de una débil capa de césped, trotaban las manadas de potros sin domar, al aire la luenga crin, arrastrando la cola por el suelo.

Pasan los dias y las noches en banquetes y comidas, borrachos como las manadas de puercos de Epicuro, mas torpemente de lo que se puede decir. Son muy soberbios y altivos; hacen vino de maiz, con que se emborrachan: es poco diferente su lengua de la de los Cários. Llegamos á otro lugar, llamado Careiseba, habitado tambien de los Tupís.

Cuenta un viajero que los perros del Kamtschatka, acostumbrados á dicho espectáculo, se sobrecogen é irritan lo mismo: á manadas, por millares, en el transcurso de la noche, ladran á las mugientes olas y rivalizan en furor con el embravecido Océano del Norte.

Estos antropiscos eran negros como la tizne, y vivían en manadas o rebaños para defenderse de las fieras. Así fueron extendiéndose por el mundo. Durante la dispersión y emigración, inventaron los idiomas, y de aquí que no puedan reducirse todos a un tipo primitivo.

Pues en cuanto me quedé dormido, ¡qué sueños! Manadas de osos por todas partes, y osos de todos tamaños y colores; y por remate de estas visiones, una caverna tremebunda llena de ellos: tres de los más lanudos y graves, sentados en una peña del fondo; los demás, en apretada masa, ocupando todo el ámbito hasta la boca de entrada, menos un espacio muy reducido entre la primera fila de la masa y los tres animalotes de la peña.

Viéndole, pues, caído en el suelo, y que ya los pastores se habían ido, bajó de la cuesta y llegóse a él, y hallóle de muy mal arte, aunque no había perdido el sentido, y díjole: ¿No le decía yo, señor don Quijote, que se volviese, que los que iba a acometer no eran ejércitos, sino manadas de carneros? -Como eso puede desparecer y contrahacer aquel ladrón del sabio mi enemigo.