Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


Colocose en el quarto baxo de su Magestad, en la pieza del despacho entre otras excelentes; y habiendo venido en estos tiempos Lucas Jordán, llegando a verla, preguntole el Señor Carlos Segundo viéndole como atónito: ¿Qué os parece?

A un lado, presenta el Guaporé el símbolo de la quietud: bosques sombríos se extienden hasta el borde de sus cristalinas aguas, las que corren con lentitud y magestad: al otro, me ofrecia el Mamoré la imágen del caos y de la instabilidad de las cosas.

»Sábado día de San Ignacio de Loyola, y último del mes de Julio, habiendo estado Velázquez toda la mañana asistiendo a su Magestad, se sintió fatigado con algún ardor, de suerte que le obligó a irse por el pasadizo a su casa.

En el papel remitido á V.E. de la Corte, he leido una descripcion bien circunstanciada del Rio Negro y del Rio Colorado, y los urgentes motivos que su Magestad tiene para hacer en ellos los nuevos establecimientos; y que se halla informado que las riberas del mar son tierras areniscas: pero que en lo interior del país entre los dos rios, es el suelo excelente y adaptado á todo género de cultivos.

Marchena y Utrera no os hablarán ya de esas épocas lejanas sino en sus muros y en una que otra iglesia; pero os asombrarán con sus gigantescas fachadas del siglo XVI, páginas en que se presenta unido el misticismo del arte cristiano con la magestad y la grandeza del que floreció en tiempo de los Césares.

Asistieron muchos Títulos, y Caballeros de la Cámara, y criados de su Magestad: luego baxaron la caxa y la entregaron a don Joseph de Salinas, de la Orden de Calatrava, y Ayuda de Cámara de su Magestad, y otros Caballeros de la Cámara que allí se hallaron, y en hombros le llevaron hasta la bóveda, y entierro de don Gaspar de Fuensalida, que en muestra de su amor le concedió este lugar para su depósito».

Manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, H. 38, que contiene los sucesos ocurridos en febrero de 1636 hasta septiembre de 1642: Madrid 26 de abril 1636. «Domingo huvo grandes prevenciones en Palacio para entremeses y comedias de repente, haciendo prevenir á todos los comediantes hiciesen cuantas buffonerías pudiesen para hacer reir á Su Magestad, que por la mañana estuvo de secreto en su capilla

El principal ministro de hacienda de la isla de Serendib daba este precioso exemplo, y todos los subalternos le imitaban con fervor. El rey, que lo sabia, habia mudado varias veces de ministro, pero nunca habia podido mudar el estilo admitido de dividir las rentas reales en dos partes desiguales; la mas pequeña para su magestad, y la mayor para sus administradores.

Estas reflexiones me hicieron, ó por mejor decir, obligaron á dar el informe de 16 de Febrero de este año, que por órden de 14 del mismo me pidió el Señor Virey D. Juan José de Vertiz, para arreglar el establecimiento en la forma que manda Su Magestad por la real órden de 1.º de Agosto.

Todos estos soldados, de todas estas provincias, son para solos los misioneros Jesuitas, y no de otra religion. Los cincuenta de esta ciudad de Buenos Aires los señaló Su Magestad desde el año de 1684, de que no dejará de haber cédula en ese archivo; y manda Su Magestad que vayan siempre á obediencia de los misioneros.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando