United States or Greenland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Esto viene en apoyo de mi tesis, en la cual no afirmo que en literatura no haya modas, sino que no debe haber modas en literatura y que los verdaderos literatos, cuando quieran escribir obras durables y no contentarse con un aplauso efímero, y cuando quieran emplear el verdadero arte exquisito y profundo, no descubierto recientemente en Rusia, sino conocido ya en Grecia, desde los tiempos de Homero, deben prescindir de la moda y dejarse llevar de la propia y natural inspiración de la que nace, sin buscarlo ni pretenderlo, cuanto hay de original, de peregrino y de nuevo.

Un arte en el cual el concepto no tiene valor ¿qué significa? Una obra literaria sin análisis científico ¿qué es? Hace falta una nueva dirección. Si mis ocupaciones me lo permiten, señores, no será difícil que me entretenga algún día en escribir una novela y un drama. Y entonces les diré a los literatos: «Ahí tenéis la nueva fórmula; ahí tenéis la fórmula de la novela y del drama modernos.

Se habla de todo alegremente: los bruseleses hacen sus comentos locales; los viajeros se narran mutuamente sus aventuras y excursiones recientes; los artistas, los políticos y los literatos departen sobre los ramos que cultivan; las mujeres conversan sobre modas, flores y otras bagatelas agradables; la música completa la seduccion del interesante espectáculo; y el viajero se aleja luego de Brusélas llevando las mas gratas impresiones de esa capital hospitalaria, elegante, animada, liberal y progresista.

Esto es lo que dicta la buena Lógica; pero hoy los literatos inclinan á lo moderno con conocida preocupacion, la qual hace que se hable de los antiguos con desprecio, sin haberlos leido.

Si el acalorado monge de Eisleben pretendia reducir el cristianismo á su primitiva pureza, los sabios, literatos y artistas que florecian en torno de los Médicis, conspiraban, sin propósito deliberado tal vez, nada menos que á anular el cristianismo y sus consecuencias.

Tan alta posición no le ensoberbeció nunca, y se valió de ella para hacer bien a no pocas personas, y singularmente a otros sabios, literatos y poetas, con noble emulación a veces, con envidia nunca. La misma amistad profunda y durable, que Goethe supo inspirar a multitud de personas, compartiéndola, prueba que había calor y ternura en su alma.

De todos modos tiene la ventaja de que en él se puede entrar a la pata la llana, sin estudios, ni fianza, ni avecindamiento. Como en París nos hacemos literatos, en Argelia se hacen agentes de negocios. Sólo se necesita saber un poco de francés, español y árabe, llevar siempre un código en el bolsillo, y tener, especialmente, el temperamento de la profesión.

Condensa en 24 páginas un capítulo que modestamente Titula: «La Inteligencia», y en el cual, protestando que no es tal su intención, el autor trata de perfilar a los primeros literatos colombianos contemporáneos, en párrafos de redacción suelta, a la diable, para usar su propia expresión.

Señor Fígaro, ese plan será bueno; mas yo le encuentro el inconveniente de que si en un país en que tan poco prestigio tiene la literatura y los literatos, en vez de darnos honor unos a otros nos damos mutuamente en espectáculo, derribamos nosotros mismos nuestros altares, y nos hacemos el hazmerreír del público... y a me da vergüenza...

Los hombres de Estado, los literatos y los filósofos de su tiempo vivían en la sociedad de Madame de Roys, distinguiéndose entre todos ellos al más inmortal, a Juan Jacobo Rousseau. Aunque mi madre era muy religiosa, conservaba cierta tiernísima veneración por este grande hombre; sin duda porque veía que a más de su gran genio, atesoraba un generoso corazón.