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Actualizado: 23 de junio de 2025
El cielo estaba surcado de nubes, cosa muy frecuente en aquellas alturas; los picachos del Banajao los envolvía la bruma, y la humedad de que estaba impregnada la atmósfera nos obligó á ponernos los capotes á fin de preservarnos del desapacible relente de la tarde.
Esta juventud, impregnada de las ideas civilizadoras de la literatura europea, iba a buscar en los europeos enemigos de Rosas sus antecesores, sus padres, sus modelos; el apoyo contra la América tal como la presentaba Rosas: bárbara como el Asia, despótica y sanguinaria como la Turquía, persiguiendo y despreciando la inteligencia como el mahometismo.
Salí de la cámara. La mar estaba tan perfectamente dormida, cual yo lo había estado dos horas antes. Una brisita impregnada de puras emanaciones azoadas daban elasticidad y bienestar á todo el cuerpo. Bienestar que en mí se aumentó al ver el inverosímil pié, por lo pequeño, de Enriqueta, la que subía por la escalera de la cubierta recogiendo ligeramente su saya de fuertes colores.
La horticultura, tanto en Marianas como en todo el Archipiélago filipino, podría ser mucho más completa de lo que es. Una buena inteligencia combinada con un suelo virgen y una atmósfera impregnada periódicamente y por horas de humedad y calor, no es posible dejara de encontrar en raros productos verdaderas fuentes de riqueza.
Bruscamente, una modulación semejante a un hachazo variaba, con el tono, el número, el lenguaje, el sentido. Estrofa amorosa, impregnada de candor pastoril, aparecía luego, y después el festivo rondó, erizado de dificultades, con extravagancias de juglar y esfuerzos de gimnasta. Enmascarándose festivamente, agitaba cascabeles.
Penetraron en una habitación contigua, enteramente llena de libros, donde tres estantes de roble nuevos y vacíos ocupaban otras tantas paredes, mostrando sus enormes huecos de madera limpia, recién labrada e impregnada del olor al barniz.
¡Qué efecto profundo y penetrante el de los primeros acordes, y cómo esas notas han de ir dulcemente a acariciar a la virgen que duerme y que despierta continuando el sueño en que creía oír una voz impregnada de ternura, hablándole con el acento de los cielos, de los amores de la tierra!
La huerta seguía risueña y rumorosa, impregnada de luz y de susurros, aletargada bajo la cascada de oro del sol de la mañana.
Palabra del Dia
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