United States or Democratic Republic of the Congo ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aquel día, una tibia tarde de septiembre, la enferma, a pesar de su extremada debilidad, había querido que la llevasen al jardín y lánguidamente echada en su hamaca, estaba evocando, con voz ya lejana, sus recuerdos de la primera juventud, enjambre de mariposas color de rosa que revolotean alrededor de la frente de los moribundos en la hora del último crepúsculo.

Frente á la espaciosa y limpia casa de Ubaldo, enclavada en la playa, se alza, cual un verdadero canastillo de flores, la islita Ticlines. De Matnog á Bulusan hay, por tierra, 29 kilómetros, haciéndose el viaje en hamaca. A la mitad del camino encuéntrase la visita de Busainga, en donde puede descansarse.

Por él, hubiese dado su hamaca de mil colores, sus madrás rojas y azules, los círculos de plata maciza que rodeazan sus brazos y sus piernas; lo hubiese dado todo, todo, hasta el saquito que encerraba tres dientes de serpiente y un corazón de paloma, mágico talismán que debía proteger sus días, mientras lo llevara suspendido del cuello. Ya veis, pues, si Melia amaba a su Kernok.

Las luces ya estaban apagadas; mas la luna, que se erguía al nivel del agua, redonda y blanca, hería los cristales del camarote con un rayo de claridad, y entonces, medio oculta y pálida, rígida sobre la hamaca la figura panzuda del Mandarín, vestido de seda amarilla con su papagayo entre las manos. ¡Era él otra vez! Y fué él perpetuamente. Fué él en Singapore y en Ceilán.

Lo separa de Pandan cuatro horas de hamaca. El pueblecito que nos ocupa tiene 838 almas, tributando 450. Los bautizos alcanzaron el número de 37, 10 los casamientos y 17 las defunciones; asistieron á las escuelas 20 niños de ambos sexos.

Allá arribita, el viento la meció, sosteniéndola sin violentas sacudidas: parecía balancearse en visible hamaca ó en los brazos de algún cariñoso genio. Desde allí ¡qué espectáculo! Abajo el corral con sus inquietos pollos escarbando sin cesar; la huerta, la casa, los castaños, el chopo, ¡qué pequeño lo que antes parecía tan grande!

Pocas horas permanecimos en este lugar triste y solitario. De Calolbong á Birac hay unas cuatro horas de camino en hamaca ó caballo, prefiriendo la primera, por cuanto á la mitad del camino se encuentran pendientes muy pronunciadas.

Entre bastidor y bastidor hay poco espacio, de forma que no hay medio de sentarse, habiendo que permanecer echado todo el tiempo que dure la jornada. La hamaca es llevada por 8 á 16 hombres, en cuyos hombros se apoyan los salientes de la caña, que pasan por el interior de la hamaca.

Me hallo como el viagero que ha colgado Su hamaca entre dos árboles floridos; Que envuelto en un ambiente perfumado Le acarician sus gajos estendidos; Y que al fin se aletarga blandamente Y hojas y flores caen sobre su frente.