Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de junio de 2025
Ni él miró á nadie ni nadie le miró; atravesó un vestíbulo sostenido por arcadas, siguió una galería adelante y se encontró en el patio.
Entre tanto, Lisboa se arrodillaba a mis pies. El patio del palacio estaba constantemente invadido por la turba; desde las ventanas de la galería contemplaba a veces, en mis horas de fastidio, blanquear las pecheras de la aristocracia, negrear las sotanas del clero y relucir el sudor de la plebe. Todos venían a suplicar con frase abyecta, una pequeña participación en mi riqueza.
Tuve excelentes maestras decía Leonora al recordar aquel período de su juventud. Eran buenas en el fondo, pero con ellas nada quedaba por aprender. No recuerdo cuándo abrí los ojos. Creo que no he sido nunca inocente. Algunas noches la llevaba el doctor a su tertulia del café o a la galería alta de la Scala si algún músico le regalaba billetes.
Sostenido por dos de ellas reconoció un plato enorme, de los empleados en su servicio allá en la Galería de la Industria. Sobre este plato se elevaban, formando pirámide, cuatro bueyes asados.
En la sacristia está San Nicolás de Tolentino con varios grupos de ángeles, de escultura mediana, en un retablo antiguo. El pavimento de la Iglesia está embaldosado. La obra de este patio es moderna; las paredes exteriores de la galeria que forma su perímetro rectangular son de ladrillo sentado á cara vista, sus ventanas rectángulas de buena proporcion.
Eso no es una exaltacion de la Santa; eso es una galería de historia: eso no es un cuadro religioso; es una pintura social: eso no es un altar del Cristianismo; es el trofeo de una nacion. Aquí reina la Francia, no el Redentor del mundo; reina el artista, no el sacerdote; reina el hombre, no reina Dios. No comprendo cómo la gente reza aquí. Yo no podria rezar.
El capataz se alzó del suelo con el rostro contraído y sin responder á nadie, seguido de sus hombres, se lanzó por la pendiente abajo en busca de la boca de la galería que se hallaba próxima al pueblo de Carrio. Un estremecimiento de terror corrió por aquella muchedumbre. Todos adivinaron algo terrible y los siguieron. Sólo la tía Felicia, Flora y algunas mujeres permanecieron en el prado.
Con las manos delante, á tientas, siguió á lo largo de una pared; torció, revolvió, anduvo perdido un gran espacio, y al fin, guiado por el resplandor de una luz que se veía tras una puerta, se dirigió á ella, se encontró en una galería baja y luego en el patio.
Tenían orden de no volver á la capital sin haber cumplido su encargo, y fuera de la Galería les esperaban varias carretas cargadas de piezas de tela, así como una numerosa tropa de costureros.
Cosío describía con orgullo a Peña y Pablito las grandezas y comodidades del castillo de Bourges, donde el Duque tenía su famosa galería de pinturas. Sólo don Rosendo permanecía silencioso, cada vez más inquieto, haciendo con los dedos nerviosos bolitas de pan. De pronto, su noble faz se extendió con una sonrisa bienaventurada.
Palabra del Dia
Otros Mirando