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Actualizado: 24 de mayo de 2025


La de los Machut hizo entonces de lo que le dió la gana. ¿Cómo desperté en un hotelito de la calle de las Grandes Baldosas? ¿Cometí el crimen que usted me reprocha? ¡Lo ignoro! No soy mas que un pobre hombre que no puede con el vino de Champaña... EL JUEZ. ¡Sin embargo, el flagrante delito...!

La piedra no fué simplemente base y abrigo de dicho pueblo, sino un pueblo anterior, la generación primitiva que, suprimida paulatinamente por los jóvenes de encima ha tomado tal consistencia. Luego, todo el pasado movimiento, el tinte de la ciudad primitiva, están allí visibles y sorprendentes, con una verdad flagrante, cual vivo detalle de Herculanum ó Pompeya.

Y después, no habrá partido sin gratificaros, dijo Clementina, deseosa de coger á Mauricio en flagrante delito de tacañería. Supongo que os habrá dado una moneda á cada uno.... ¡Una moneda! dijo el cochero; nos ha puesto buenamente un billete de cien francos en la mano y nos la ha apretado al mismo tiempo! La señorita Guichard se mordió los labios y dijo á sus gentes con voz ruda: ¡Está bien!

Aquella flagrante falta de educación, cuyo secreto motivo adivinaba, le hizo el efecto de una injuria personal a la que se propuso responder duramente. Al volver al castillo, donde había preparado un lunch Raúl ofreció el brazo a su «perversa amiga», que lo aceptó con una espontaneidad de buen agüero y se dejó conducir al puesto de honor.

Evidentemente respondió el cura, cogiendo su caja de rapé y tomando un buen polvo. Así sucedía y así sucede todavía con las jóvenes acostumbradas a la obediencia pasiva... Señor cura, le cojo a usted en flagrante delito de contradicción.

Presentación guardó silencio. Al cabo de un rato aquél volvió a zumbar, incurriendo en flagrante contradicción. ¡Presentacioncita, por Dios, no me deje usted morir así! Después de una larga pausa se oyó la voz de la niña que profería estas notabilísimas palabras: Mamá, haz lo que quieras. Inmediatamente Timoteo se sintió en los brazos de su futura suegra.

En cambio él la contempló a su gusto; mas de pronto se oyó la voz de don Luis que llamaba a su hija, y al soltar ésta el periódico, por muy presto que quiso Pepe apartar los ojos, le sorprendió Paz por vez segunda en flagrante delito de admiración, a pesar de lo cual, al verle marchar poco después, no mostró enfado en gesto ni en palabras, despidiéndose de él afablemente.

Palabra del Dia

hociquea

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