Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de junio de 2025


El Obispo había hablado a los señores del margen, a la Audiencia Territorial ni más ni menos mal que al común de los fieles». El actual regente que no era Quintanar había dicho, en confianza, a un oidor que el sermón no tenía miga. El oidor había corrido la noticia, y el fiscal se atrevió a decir que el Obispo no se iba al grano. Para irse al grano Glocester.

El sistema fiscal del canton de Berna es muy análogo al de Friburgo, y llama la atencion tambien por la curiosa institucion del aseguro forzoso de las casas, á cargo y en provecho del Estado. Hoy las rentas y los gastos exceden ordinariamente de 900,000 pesos, suma bien reducida si se la compara con los beneficios ó ventajas de una excelente administracion que favorece todos los intereses.

Que el Ministro quiere enterarse de los trabajos hechos para el establecimiento del Registro fiscal, que es el gran medio para descubrir la riqueza oculta... Pues toda la casa revuelta; busca por aquí, busca por allá.

Obraré con prudencia, esté usted tranquilo. Pero es necesario que trate de ver su juego. ¿Y yo, qué debo hacer? Usted debía tratar de saber quién es Jenny Hawkins, de dónde viene, qué hace. Y acaso fuera también conveniente que hablase con algún magistrado de rango elevado de la posibilidad de un error judicial. ¿Conoce usted al fiscal del Supremo?

¡Ya comienza usted con sus concepciones patológicas! repuso el presidente . En ese caso deberíamos comenzar por examinar las facultades mentales del adjunto del fiscal. ¡Tenga usted la bondad de mirarle! El adjunto del fiscal, un joven con alto cuello postizo y fino bigote, parecido de un modo extraño al acusado, se esforzaba hacía largo rato en atraer sobre su persona la atención del tribunal.

Era preciso ocultar esto a la vigilancia fiscal de D. Francisco que en todo se metía, que interpelaba hasta por un carrete de algodón no presupuesto en su plan de gastos. Rosalía se desvelaba pensando en los embustes que habían de servirle de descargo en caso de sorpresa. ¿Con qué patrañas explicaría el crecimiento grande de la riqueza y variedad de su guardarropa?

No, queremos continuar la conversación con usted delante del señor de Vesín, fiscal de la Audiencia de París ¡tranquilícese usted! en vacaciones, y nuestro amigo Marenval, á quien usted conoce bien. Cuantos más testigos haya de lo que hemos dicho y de lo que vamos á decir, mejor. Al contrario de lo que usted decía antes, estamos decididos á hacer todo el ruido posible.

Entre los muchos y buenos arbitrios que propone D. Manuel Orejuela, parece al Fiscal muy oportunos y convenientes dos.

El abogado, haciendo un ademán elegante con su mano derecha, se volvió hacia el Jurado y comenzó: Los ejercicios oratorios del señor adjunto del fiscal... Señor abogado, no puedo permitir polémicas. Bueno, obedezco.

Ana, contenta de que la dejasen sola, de que la creyesen dormida o en sopor, repasaba en su conciencia aquellos pecados de que quería acusarse; era relator la memoria, fiscal la imaginación, y poco a poco, según las olas de salud subían en su marea, la enferma, perdido el terror con que despertara, oía la acusación con dulce curiosidad creciente; la idea del infierno se desvanecía, como mueren las vibraciones de una placa, lejos ya de las sensaciones de asco y terror; aquellas culpas recordadas, que eran la vida, la realidad ordinaria, pasaban por el cerebro de Ana como un alimento, daban calor, fuerza al ánimo, y, sin que el remordimiento se extinguiera, el relato adquiría más y más interés.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando