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Actualizado: 6 de junio de 2025


Pensamos y no comprendemos lo que es el pensamiento; bullen en nuestro espíritu las ideas, é ignoramos lo que es una idea; nuestra cabeza es un magnífico teatro donde se representa el universo con todo su esplendor, variedad y hermosura; donde una fuerza incomprensible crea á nuestro capricho mundos fantásticos, ora bellos, ora sublimes, ora extravagantes, y no sabemos lo que es la imaginacion, ni lo que son aquellas prodigiosas escenas, ni como aparecen ó desaparecen.

Así, pues, habíale inspirado una de esas pasiones terribles y serviles que son en general el privilegio de los viejos, pero que los jóvenes depravados experimentan algunas veces como anticipación hereditaria. Primeramente le había conquistado con su gracia y su fama, y acabó de subyugarle con los caprichos fantásticos con que lo atormentaba.

Marina publicada en este tomo, advertirá desde luego una gran diferencia: la de Santiago con sus capitelitos cúbicos esculpidos, con aquel funículo corrido que sirve de astrágalo á los fustes de las columnillas, con aquella rusticidad de canes fantásticos colocados sin ninguna simetría, revela al primer golpe de vista una época muy anterior á la de la reconquista. La de Sta.

El trajecito de la niña, por el contrario, se distinguía por cierto corte y adornos caprichosos, mejor dicho, fantásticos, que servían para realzar una especie de encanto aéreo que desde muy temprano empezó á notarse en la criaturita, la que también daba muestras de una seriedad profunda. Ya hablaremos de esto más adelante.

Muchos pasajeros abandonaron el comedor apresuradamente. Había que ver la partida del emisario, su vuelta a los dominios oceánicos para dar cuenta al dios de la comisión realizada. Amontonóse la gente en las bordas del paseo. El Océano estaba iluminado con fantásticos reflejos: era blanco, después verde, y al final rojo.

El hombre también había sacado un mundo de la nada, mejor dicho, una trinidad de mundos fantásticos, lamentablemente absurdos, inicuos, atroces, con un desván o entresuelo complementario para los cretinos y los recién nacidos: el mundo de los eternamente felices, el de los temporalmente desgraciados y el de los eternamente felices, mundos de muertos resucitados que se convierten en señores invisibles, intangibles, ubicuos y omnipotentes para el bien y el mal de los vivos, en dioses, semidioses, ángeles, demonios, penitentes y condenados en reclusión o en ambulación.

En medio de esos caprichosos y formidables peñascos, al viajero se le antoja aquello un mundo extraño, en nada semejante al planeta que conocemos, á la superficie lisa ó regularmente sinuosa. Alzanse aquí y allá rocas semejantes á fantásticos monumentos, que figuran torres, obeliscos, pórticos almenados, fustes de columnas, tumbas erigidas ó derribadas.

Vio Jacinta, salteados por aquellos fantásticos muros, carteles de publicaciones ilustradas, de librillos de papel de fumar y cartones de almanaques americanos que ya no tenían hojas. Eran años muertos.

Palabra del Dia

rigoleto

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