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Actualizado: 1 de junio de 2025


No se pasaron muchas horas sin que dos caballeros, padrinos del director de La Monarquía, viniesen a exigir al de La Independencia una satisfacción personal. Mendoza, pálido y tembloroso, les contestó que él no era el autor del artículo, y les prometió que en el número del día siguiente saldría una rectificación.

Y si un pueblo no puede vivir sin Gobierno premisa a la que no le concederé ningún valor mientras, como ocurre ahora, tampoco pueda vivir con él ; si un pueblo no puede vivir sin Gobierno, y si los gobiernos constituyen «un mal necesario», entonces, por lo menos, debemos exigir que las crisis duren un poco más.

Sabía perfectamente que con una aventurera a quien no se debe exigir fidelidad, es posible prolongar ciertos devaneos; pero profesaba la máxima de que, tratándose de una mujer no pervertida, es peligrosísimo pasar al segundo mes, porque suelen sobrevenir aquellas lamentables complicaciones a que tanto horror mostraba el gran don Francisco de Quevedo.

Operación muy afortunada dijo, combinación muy laudable bajo todos respectos, en que la Naturaleza y la sociedad hallan á la vez las garantías que tienen el derecho de exigir semejantes circunstancias.

Oh, no, eso no... Tal creo yo; pero de todas suertes... quiero volver al redil... de mis mayores... pero ha de ser con ayuda del señor don Fermín; tengo motivos poderosos para exigir esto, son voces de mi conciencia.... Oh, muy respetable... muy respetable.... Pero si ese señor Magistral no parece.... Si no parece, cuando el peligro sea mayor, confesaré con cualquiera de ustedes.

De las bodegas situadas en los lugares lejanos de los pueblos también llegaban las carretas cargadas de mercancías, para depositarlas en lugares seguros donde no alcanzaran los vales del llamado "Ejército Reivindicador". Los viajantes de casas comerciales venían á exigir el saldo de sus cuentas á los establecimientos, y la desconfianza se entronizó en todas partes.

Lo dijo con la sonrisa de siempre. Estaban presentes el cura de la Segada y el licenciado Velasco de la Cueva. El conde de Trevia guardaba á su mujer delante de gente el respeto y atención que la más egregia dama pudiera exigir de su marido. Aun, en este punto, iba más allá de lo que ordinariamente se practica en el mundo.

Las dos señoras que viven con usted son muy intransigentes. Quería el joven evadirse, con esta salida, de la contestación enojosa que las palabras y la actitud de la santa parecían exigir. No me importa su carácter dijo ésta. Yo las quiero, son mis parientas y compañeras de toda mi vida. Después que yo tome una resolución irrevocable, poco me importa lo que ellas puedan decir ó hacer.

Me transporté al castillo después de mediodía, é hice mi confesión á la señora de Laroque: ella aprobó mi plan y aun me alabó más de lo que el caso parecía exigir.

Que si hoy la cultura é ilustración del indio no se encuentra á la altura que tiene derecho á exigir de ellos el pueblo que por su redención tan costosos sacrificios se impone, no hay nada que reprocharle, porque de ello no es él sólo culpable.

Palabra del Dia

rigoleto

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