Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Si examinamos ahora la parte dialogada de la comedia española, veremos, que, como dijimos antes, se presenta siempre con el inseparable acompañamiento del metro. Sólo las cartas, que figuran accidentalmente en ella, están escritas en prosa.
A Lope de Vega, Laurel de Apolo, dedicatoria al almirante de Castilla. No es extraño que aparezcan ahora nombres ya citados anteriormente. Lupercio Leonardo de Argensola y Cervantes pertenecen á la época precedente por sus trabajos juveniles, y por sus obras al período de la literatura española que examinamos.
Parece que esta obra, aunque impresa en 1596, había sido escrita como unos diez años antes, acaso hacia 1580, puesto que, en toda ella, y especialmente en la carta cuarta sobre el drama, nada hay que se refiera al estado de la literatura dramática de la época de Lope de Vega, y por el contrario, mucho relacionado con el período que examinamos.
La mayor parte de las desigualdades que nos parecen tan enormes, cuando las examinamos de cerca, serían completamente imperceptibles en esos globos hipotéticos. Para representarlas en relieve, sobre los globos ó los mapas, hay que exagerar considerablemente la escala de las alturas.
Mucho volvió a afirmar Miguel inclinando la cabeza. Dentro de quince días nos examinamos del primer semestre; si salgo bien, me faltarán cuatro años y medio nada más para salir a teniente del cuerpo...; por supuesto, si no pierdo algún semestre. Hacen falta oficiales; de modo, que lo más probable es que no aprieten mucho... Además, estos quince días pienso estar empollando el álgebra.
Así, á medida que los examinamos, y atendiendo á su fondo y á su forma, pueden clasificarse las comedias españolas en históricas y fingidas, en mitológicas, pastoriles, tradicionales, simbólicas, burlescas, en comedias de costumbres de cada época, en dramas románticos imperfectos de la historia antigua ó moderna, en comedias de intriga ó de situaciones determinadas, etc., y cada una de éstas, según el punto de vista que se tome y las bases que se fijen de antemano, se puede subdividir casi hasta lo infinito.
En seguida examinamos los otros; y despues de haberlos considerado separadamente y en conjunto, vimos que la estatua llegaba á ser un animal capaz de velar por su conservacion.
Este resultado á primera vista parece absurdo, por contrariar nuestro modo de sentir, é imaginar; no obstante, si examinamos con atencion ese mismo modo de imaginar y sentir, veremos que los fenómenos de nuestro espíritu se hallan de acuerdo con esta teoría.
Los poetas más antiguos no temían presentar á los reyes como simples mortales, y, con frecuencia, con los vicios y las pasiones más torpes, ni se hacían escrúpulo tampoco de poner en los labios de los vasallos un lenguaje noble y libre contra los tiranos. ¡Cuánta no es la osadía y la entereza del Cid, de Guillén de Castro, frente al rey D. Sancho! ¡Cuán obstinado y arrogante no aparece el Bernardo del Carpio, de Lope, contra D. Alfonso el Casto! ¡Cuántas comedias no examinamos antes, en las cuales queda humillado el poder real por las culpas de los soberanos!
Por esta razón dijo muy bien Schlegel «que, sin excepción alguna, es digna de nuestra atención toda obra dramática del período más brillante del teatro español.» Verdad es que encontramos alguna vez composiciones dramáticas desprovistas por completo de mérito, no faltando nunca gentes que se consagran á hacer aquello, para lo cual carecen de talentos naturales; pero también sucede con frecuencia que, cuando menos se espera, y cuando examinamos las obras de autores sin fama alguna ó anónimos, encontramos composiciones de subido valor dramático.
Palabra del Dia
Otros Mirando