Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de octubre de 2025
PANTOJA. ¡Qué feliz oportunidad! Así me evita el ir al convento. EVARISTA. Hija, que estudies. Yo me retiro. Volveré luego. EVARISTA. Adiós. Cultive usted, Electra, con discernimiento ese arte sublime. Consagre usted todo su talento al gran Bach... para que se vaya asimilando el estilo religioso. ELECTRA; al poco rato CUESTA. Bach... para que me asimile... ¡qué gracia! el estilo religioso.
MÁXIMO. Tu alma... En ella está todo. Chitón. Nos miran. Los mismos; DON URBANO, PANTOJA por el fondo. DON URBANO. ¿Almorzamos? EVARISTA. No hay motivo para alarmarse, amigo Pantoja. MARQU
EVARISTA. Marqués, estoy muy enojada por sus largas ausencias, pero muy enojada. No podrá usted desagraviarme más que almorzando hoy con nosotros. Es castigo, Don Juan; es penitencia. MARQU
ELECTRA (18 años) EVARISTA (50 años), esposa de Don Urbano MÁXIMO (35 años) DON SALVADOR PANTOJA (50 años) EL MARQU
EVARISTA. ¿Y ya mayorcita, cuando vivías en Hendaya... también...? ELECTRA. Los primeros años nada más. Jugaba yo entonces con muñecas vivas: los pequeñuelos de mi prima Rosaura, niño y niña, que no se separaban de mí: me adoraban, y yo a ellos. De noche, en la soledad de mi alcoba, los niños dormiditos, aquí ellos... yo aquí. EVARISTA. ¡Oh! no sigas, por Dios.
EVARISTA. Basta... Eso ya no es inocente. CUESTA. Evarista, indulgencia. ELECTRA. Tía, no se enfade usted... EVARISTA. ¡Que no me enfade! Ya te arreglaré, ya. Corre a vestirte. Casi es la hora. ELECTRA. En un instante estoy... EVARISTA. Anda, anda. Ya ve usted, Leonardo... CUESTA. La tranquilidad con que se ha dejado sorprender sus secretos revela que hay en todo ello poca o ninguna malicia.
MÁXIMO. Vaya, vaya, no juguemos. Me contagias, Electra; me desmoralizas... ELECTRA. Déjame que me recree con las cualidades de este metal bonito, que es mi semejante. ¡Soy tenaz... no me rompo...! Pues bien puedes decírselo a Evarista y a Urbano, que en el sermón que me echaron hoy dijéronme como unas cuarenta veces que soy... frágil... ¡Frágil, chico! MÁXIMO. No saben lo que dicen.
Sin olvidar, amiga mía, la casa de enseñanzas superiores, que ha de ser santuario de la verdadera ciencia... EVARISTA. Bien sabe el amigo Pantoja que no ceso de pensar en ello. En ello pensamos noche y día. MARQU
Electra, niña boba y discreta, eres un prodigio de inteligencia y gracia, cuando no el modelo de la necedad; tu alma se la disputan ángeles y demonios. Necesitas ocuparte en algo, distraer tu imaginación... No olvides que a las cinco... Vete arreglando ya... ELECTRA. Sí, tía. EVARISTA. Tiempo de sobra tienes: tres cuartos de hora. ELECTRA. No faltaré.
DON URBANO. Ya: para el envío a Roma. CUESTA. ¿Y Evarista? DON URBANO. Vistiéndose. CUESTA. Ya sé que vais a la inauguración de La Esclavitud, y que lleváis a Electra. DON URBANO. Por cierto que de esta niña no debemos esperar nada bueno. Cada día nos va manifestando nuevas extravagancias, nuevas ligerezas... Que no significan maldad. DON URBANO. Lo son como síntoma, fíjate, como síntoma.
Palabra del Dia
Otros Mirando