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Actualizado: 20 de junio de 2025


Luego, los vendedores de naranjas, de silbatos y de globos; la corriente humana que no cesa de circular, engrosada por los torrentes que cada bocacalle vomita sobre la plaza; los soldados, tan marciales, en fila, los ojos sobre el jefe, que recorre la línea a caballo, dejando ondear al viento su penacho azul y blanco; las músicas, que tocan; el cañón, que truena; los cohetes, que estallan; las campanas, que vibran, y por último, el Presidente, que pasa, a pie, camino de la Catedral, en medio de los acordes graves y solemnes del himno nacional, precedido, rodeado y seguido de brillante cortejo.

Algunos de estos meteoros, después de recorrer en el cielo una trayectoria de cierta extensión, estallan y se dividen en fragmentos que se precipitan sobre la superficie de la Tierra, donde se han podido recoger restos suyos, bajo la forma de masas minerales más ó menos voluminosas; estos son los aerolitos ó meteoritos.

En ellas habían colocado los antiguos á Eolo, señor de los vientos; en ellas está el Stromboli vomitando enormes bolas de lava, que estallan con un estrépito de trueno. Las escorias volcánicas vuelven á caer en las chimeneas del cráter ó ruedan por la pendiente de la montaña, sumiéndose en las olas.

eres como esas águilas altivas, que más se elevan en las nubes altas cuando roza sus plumas el relámpago y estallan en su frente las borrascas. El choque engendra luz; por eso libras contiendas con la pluma o con la espada; brota el rayo del choque de dos nubes y al golpe del martillo el fuego salta...

que domina las humanas flaquezas, y como un águila sube y sube más arriba de donde estallan las tempestades. DON URBANO. Preguntado por acerca de sus esperanzas de retener a Electra, ha respondido sencillamente, con más serenidad que jactancia: «Confío en DiosEVARISTA. ¡Qué grandeza de alma! ¿Y sabía que el Marqués y Máximo son los testamentarios...? DON URBANO. Sabía más.

Muy de maravillar y muy digna de alabanza es esta fidelidad resignada de la cordobesa. No negaré, con todo, que a veces agota la cordobesa la resignación y rompe el freno de la paciencia. Entonces estallan los celos como una tempestad.

La vida regalona y sedentaria le hizo echar un poco de tripa como esos militares a quienes el ministro premia concediéndoles una plaza en el ministerio o en el Consejo Supremo y al cabo de dos años no pueden meterse el uniforme, porque les estallan las costuras y les saltan los botones.

¡Caray! ¡voto a tal! capitán, seremos juiciosos, juiciosos como vírgenes dijo el maestro Zeli haciéndose el amable. Hic chorus ingens ...Colit orgia. ¡Vino! ¡voto a tal! ¡vino! Las botellas chocan entre , los frascos se rompen, los juramentos y los cantos estallan por todas partes.

Me pongo en marcha entre el tumulto. Del lado del bosque, el cielo está cubierto de miriadas de luces de colores, cohetes, bombas que estallan en las alturas y caen en lluvias chispeantes, violetas, rojizas, azules, blancas, anaranjadas. Al frente, en el extremo, sobre la multitud que culebrea en la Avenida, la plaza de la Concordia parece un incendio.

Palabra del Dia

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