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Actualizado: 4 de mayo de 2025
Después de la batalla del Marne los habían enviado á cortar el paso del enemigo por el lado de Flandes. No pasaban de seis mil, y ayudados por una división belga sostenían el empuje de todo un ejército. Su resistencia había durado semanas: un combate de barricadas en las calles, de peleas á lo largo de un canal, con el encarnizamiento de los antiguos abordajes.
Llegaron a cruzarse los aceros; pero en el instante en que parecía que iba a empeñarse la lucha con todo encarnizamiento, suspendió Pepe Guzmán sus acometidas, miró el reló, tendió la diestra a Verónica, puesto en actitud de marcharse, y la dijo con singular expresión de acento y de mirada: Tenemos que hablar de estas cosas muy despacio. Hasta mañana.
Los demás, sentados alrededor de los jefes, con el oído atento y las manos en el borde de la peña, miraban al abismo. Las descargas continuaban con gran viveza, lo que revelaba el encarnizamiento de la batalla; pero era imposible ver nada. ¡Oh! ¡Cómo hubieran querido los pobres sitiados tomar parte en aquella lucha suprema! ¡Con qué ardor se hubieran precipitado al combate!
No hay duda, el señorito Octavio batallaba rudamente con el sueño. Señorito... señorito... ¿no se levanta usted? Sí, sí... allá voy... en seguida. Y dicho y hecho; abrió los ojos, llevó á ellos los puños y los frotó con singular encarnizamiento, corrió todo el cuerpo hacia arriba hasta tocar con la cabeza en la madera de la cama, cruzó los brazos sobre el pecho, y otra vez quedó dormido.
El letargo del primer dolor nos quita en parte la facultad de sentir los otros, y quizá esos golpes redoblados que caen simultáneamente sobre nuestra cabeza son menos un brutal encarnizamiento de la suerte que una suprema piedad de la Providencia...
Entonces el señor Spronck impuso sus manos sobre su esposa y sobre su amigo; y después de haber reunido todas las fuerzas de su alma, les describió con acento conmovedor las adversidades que habían envenenado su juventud, el dolor de las pruebas a que había sido sometido y, sobre todo, el encarnizamiento de la funesta fatalidad que les había envuelto a ellos en su propio destino.
Hasta los tiranos y los conquistadores han reconocido el poder irresistible de la poesía, persiguiendo con mas encarnizamiento á los poetas que á los soldados en armas.
En la casa solar, sobre el gran balcón del centro, campeaba el escudo de los fundadores tallado en arenisca roja; se veían esculpidos en él dos lobos rampantes con unas manos cortadas en la boca y un roble en el fondo. En el lenguaje heráldico, el lobo indica encarnizamiento con los enemigos; el roble, venerable antigüedad.
Mordiendo la uña del dedo meñique con encarnizamiento, protestaba de esta ida a la estancia en pleno invierno; que no contaran con ella, porque ni a soga habían de llevarla: la temporada de ópera en lo mejor, tres bailes anunciados... ¡la muerte antes que la estancia! Bien mondado el meñique, pasó al anular, insistiendo en su pregunta.
Se atacan con encarnizamiento, se cruzan, se enlazan, se anudan y se retiran tiesos, para volver a embestirse después que pasa una vigésima parte de segundo. ¡Lástima que Isidora no tuviera su espíritu aquella noche en disposición de atender a las sabias enseñanzas de su padrino! Estaba aburridísima. Habían pasado tres meses sin que su situación variara sensiblemente.
Palabra del Dia
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