Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Según tradición, conservada en la familia, estos vasos, traídos del Perú por el séptimo Porreño, almirante y consejero del rey , fueron mirados al principio con gran recelo por la devota esposa de aquel señor, que creyendo fuesen cosa diabólica y hecha por las artes del demonio, como indicaban aquellos cabalísticos y no comprendidos signos, resolvió echarlos al fuego; y si no lo hizo fué porque se opuso el octavo Porreño , el mismo que fué después consejero de Indias y gran sumiller del señor rey don Felipe IV. Junto á la cama campeaba un sillón de vaqueta chaveteado, testigo mudo del pasado de tres siglos.
Allí, la iglesia, con su maciza planta de basílica, su puerta de arco de medio punto, sus saeteras y su campanario tosco, rematado por una cruz de piedra...; allí, el caserío breve y blanco, humilde y placentero...; allí, el palacio, con su patriarcal solana, su balconaje de hierro y su escudo nobiliario, y adosada al palacio, señoreándole y prestándole aspecto de fortaleza, la torre, sobre cuyos labrados dinteles campeaba la piadosa divisa Credo in unum Deum.
Su honradez grande, su puntualidad y su celo le granjearon crédito tal, que llovían comisiones, menudeaban encargos, y caían en la bolsa, como apretado granizo, reales, pesos duros y doblillas en cantidad suficiente para que, al cabo de quince años de llegado a la corte, pudiese Joaquín estrechar lazos eternos con una conterránea suya, doncella de la esposa del magnate y señora tiempo hacía de los enamorados pensamientos del portero; y verificado ya el connubio, establecer surtida lonja de comestibles, a cuyo frente campeaba en doradas letras un rótulo que decía: El Leonés.
En la casa solar, sobre el gran balcón del centro, campeaba el escudo de los fundadores tallado en arenisca roja; se veían esculpidos en él dos lobos rampantes con unas manos cortadas en la boca y un roble en el fondo. En el lenguaje heráldico, el lobo indica encarnizamiento con los enemigos; el roble, venerable antigüedad.
Esperan como un alivio y un desahogo del terror que los oprime que se les mande echarse sobre el enemigo; lo harán pedazos, romperán la línea de bayonetas, a trueque de poner algo de por medio entre ellos y la imagen de Facundo, que los persigue como un fantasma airado. Como se ve, pues, campeaba de un lado el terror, del otro la anarquía.
Yo, señor barbero, no soy Neptuno, el dios de las aguas, ni procuro que nadie me tenga por discreto no lo siendo; sólo me fatigo por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la andante caballería.
Enfrente campeaba la ermita de los Italianos, no menos ridícula entonces que hoy, y más abajo, en lo más rápido del declive, el Espíritu Santo, que después fué Congreso de los Diputados. Las casas de los grandes alternaban con los conventos.
Campeaba en una gruta de floridos rosales y crisantemos, y sobre su cabeza decía un rótulo: «Soy la inmaculada Concepción.» Poco sabía Lucía de las apariciones de Bernardita la pastora, ni de los prodigios de la sacra montaña; pero con todo eso la imagen la atraía dulcemente con no sé qué voces misteriosas, que vagaban entre el grato aroma de los tiestos de flores y el titilar de los altos y blancos cirios.
Al que no mira estas cosas sino con los ojos corporales, le parecerá de poca virtud tales ejercicios de obediencia; pero en la realidad éste es el yugo más grave y más pesado que oprime á los Misioneros. En estos lances campeaba maravillosamente su virtud. Acompañaba esta obediencia con no menor humildad y bajo concepto de sí mismo.
Sobre la mesa presidencial campeaba una magnífica escribanía de plata, y á derecha é izquierda de aquella dos bangas, cuyas bocas las cerraba un papel pegado con morisqueta.
Palabra del Dia
Otros Mirando