Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de mayo de 2025
Ejerciendo el cargo de Gobernador general D. Fernando de Silva, el astuto y valiente Sultán de Mindanao, Corralat, ofreció por medio de una embajada la libre entrada de los misioneros en sus Estados y lugar donde más conviniese para construír fortaleza y pueblo de cristianos.
La marquesa de Cual, se fugó a Bruselas con el secretario de la embajada de Rusia. A esta señora le gustaban los toreros; a aquélla la habían sorprendido con el lacayo. La condesa de Tal se gloriaba de tener tres amantes a un tiempo.
Tornóle a referir el recado y embajada que había de llevar de su parte a su señora Dulcinea, y que, en lo que tocaba a la paga de sus servicios, no tuviese pena, porque él había dejado hecho su testamento antes que saliera de su lugar, donde se hallaría gratificado de todo lo tocante a su salario, rata por cantidad, del tiempo que hubiese servido; pero que si Dios le sacaba de aquel peligro sano y salvo y sin cautela, se podía tener por muy más que cierta la prometida ínsula.
No es esto todo; los amigos de su hijo, confirmándose en la benevolencia del aplauso público, hombres y mujeres, aprovecharon este momento de calor para abrumar a solicitudes al ministro de Negocios Extranjeros. M. Pasquier, literato también al mismo tiempo, nombró inmediatamente al joven poeta secretario de la embajada de Nápoles.
Había creído que, por miedo o por conveniencia, Carmen iba a cumplir a satisfacción la extraña embajada; que no era lerda la niña ni le faltaba ingenio para enredar una madeja de amores. Pero no había querido, no, ¡la pícara, la taimada!...
En ambas ceremonias el objeto principal es imponer, ofuscar, amedrentar con el espectáculo de un poder formidable y de una riqueza superior á toda fantasía. Por eso estas solemnidades no se celebraban nunca de improviso. Llégale á un califa la noticia de que un emperador griego, por ejemplo, le manda una embajada , y ya empieza á disponer su recibimiento.
Y como Viracocha Inca viese la tal embajada que el Uscovilca le invió, y que traia gran poder, y que todo lo que atrás dejaba á él quedaba sujeto, invióle á decir que le placia de le dar obidiencia, y que queria comer y beber con él.
-Por cierto, buen escudero -respondió la señora-, vos habéis dado la embajada vuestra con todas aquellas circunstancias que las tales embajadas piden.
El doctor Montifiori se movía por el salón como una góndola con proa de ánade: tenía un abdomen formado sin duda por las golosinas de los banquetes de embajada, a los que concurría invariablemente a pesar de su retiro.
Recibió en su servicio diez mil Massegatas, á quien el vulgo llama Alanos, gente bárbara de costumbres, Cristianos en la fé mas que en las obras. Tenian su morada de la otra parte del Danubio, y reconocían por señores á los Scitas de Europa. Embiaron primero al Emperador su embajada ofreciendo servirle.
Palabra del Dia
Otros Mirando