United States or American Samoa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Vinieron días marcados en la historia patria por sucesos resonantes, y aquella familia feliz discutía estos sucesos como los discutíamos todos. ¡El 3 de Enero de 1874!... ¡El golpe de Estado de Pavía! No se hablaba de otra cosa, ni había nada mejor de qué hablar. Era grato al temperamento español un cambio teatral de instituciones, y volcar una situación como se vuelca un puchero electoral.

Pero como esperaba tan poco de él, quedó agradablemente sorprendido al ver que iba saliendo del paso. Se discutía la cuestión social. Mendoza repitió todos los lugares comunes que se encuentran en los manuales de Economía política, manoteando muchísimo, dando cortos paseos por delante de la silla y pronunciando las palabras con un cierto recalcamiento sonoro, de suerte que no se perdía una sílaba.

Sentóse en una de las primeras mesas y al instante observó que los rostros de los parroquianos, muchos de ellos conocidos y amigos, se volvían hacia él sonrientes unos, otros con expresión de susto. No se pasaron muchos segundos sin que llegase a sus oídos la voz campanuda del ayudante, que discutía con sus amigos allá en el fondo del café, en lo más obscuro.

Los sueltos que leer en aquella ocasión pueden verse en la Gaceta Ministerial de Sevilla, periódico oficial de la Junta Suprema. En sus breves columnas se insertaban diariamente despachos y noticias que remitían de todas partes... Dictábalas el entusiasmo y las devoraba la credulidad, y como nadie las discutía, el efecto era inmenso.

Punto fuerte en la taberna de Arcale, tenía allí su centro de operaciones, allí peroraba, discutía y mantenía vivo el odio latente que hay entre los campesinos por el propietario. Vivía el viejo Tellagorri de una porción de pequeños recursos que él se agenciaba, y tenía mala fama entre las personas pudientes del pueblo.

Gabriel vio a su sobrino el Tato vestido con ropón de escarlata, como un noble florentino, dando golpes en las losas con la vara para asustar a los perros. Discutía con un grupo de pastores de la sierra: hombres negruzcos y retorcidos como sarmientos, con chaquetones pardos y abarcas y polainas; hembras con pañuelos rojos y faldas mugrientas y remendadas que pasaban de generación a generación.

Pasada media hora salieron los cabecillas, dejando al prisionero encerrado y custodiado por los cuatro defensores del altar y el trono. Los tres caudillos, alejándose a cierta distancia de sus subordinados, conversaron breve rato: uno discutía acaloradamente, como quien defiende su opinión con viveza; pero el de la zamarra y el otro, que debían estar de acuerdo, se mostraban inflexibles.

Había risas, violentas discusiones, ensayos vergonzantes de discursos. En un grupo se discutía el panteísmo, en otro la necesidad de rebajar el presupuesto de marina; más allá se narraba una aventura escandalosa, mientras cerca comentaban unos señores la última encíclica de Su Santidad. ¡Curioso! ¡curioso! ¡curio-sí-si-mo! En el centro de un grupo tronaba y relampagueaba el ilustre Pareja.

Luego era una insolente, porque en vez de reconocer sus torpezas decía que la señora tenía la culpa, y que ella, la muy piojosa, no estaría allí ni un día más porque misté... en cualsiquiera parte la tratarían mejor. Doña Lupe discutía con ella violentamente, argumentando con crueles pellizcos, y añadiendo que estaba autorizada por la madre para descuartizarla si preciso era.

Tres mozos, capitaneados por el maestro Calleja, rapaban semanalmente las barbas de un centenar de liberales de los más recalcitrantes. Allí se discutía, se hablaba del Rey, de las Cortes, del Congreso de Verona, de la Santa Alianza. Oiríais allí la peroración contundente del oficial primero y más antiguo, mozo que se decía pariente de Poilier, el mártir de la libertad.