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Actualizado: 9 de junio de 2025
Los capitanes que le seguían juzgaban imposible la empresa: los sitiados que mandaba Justino de Nassau, se defendieron heroicamente: Mauricio acudiendo en su socorro rompió los diques para anegar el campamento de Espinola: tuvo éste que batirse como soldado al mismo tiempo que mandaba como jefe, hasta que entrada la primavera se rindió la plaza honrosamente, saliendo la guarnición con cajas y banderas.
Allí se ve una red complicada de carriles de hierro, por los cuales giran los carros que sirven para el embarque y desembarque de las mercancías, entre los diques y la estacion del ferrocarril que comunica á Ambéres con Malínas.
Ademas, en la vasta porcion de Lóndres que se extiende al frente de la City, del lado sur del Támesis, hay en la especie de península de Rotherhithe una multitud de grandes diques de no menor importancia que los de la banda setentrional.
Saludé con entusiasmo á este viejo mundo que se me ofrecía como un inmenso libro de estudio y observación; y cuando puse el pié sobre los muelles y diques de Southampton comprendí que una nueva existencia empezaba para mi corazon, ansioso de impresiones, y mi espíritu, anhelante de luz, de ciencia y de progreso. La ciudad y su puerto. Movimiento comercial. Interior de la ciudad.
Cien minutos después de salir de la bahía de Dover, entraba el vapor en la estrecha y difícil rada de Calais, inabordable para los grandes buques. El puerto es tan malo y embarazoso, que solo al favor de un inmenso muelle, prolongado muy al exterior de los diques, pueden atracar los vapores para descargar.
Con aquel triste desenlace de todo el día, los inseguros diques que habían mantenido a la pobre sirvienta devorando en silencio las hieles de su pesadumbre, se derrumbaron de golpe, y salieron en torrentes las lágrimas y los gemidos.
Un tiempo fueron pantanos todo aquel hermoso jardín, hasta que los potentes diques, colocados por Napoleón III para evitar la inundación que seguía a cada crecida del Allier, y el saneamiento del terreno, lo habían transformado en un lugar paradisíaco.
Aresti admiraba toda esta actividad como si le sorprendiera por primera vez. Bilbao es grande se decía con cierto orgullo. Hay que confesar que esta gente ha hecho mucho, ¡Lástima que valga tan poco cuando la sacan de sus negocios!... Pasaban ante el tren los diques, con sus grandes vapores en seco, al aire la roja panza, que una cuadrilla de obreros rascaba y pintaba de nuevo.
Este alivio me ofrecía una buena coyuntura, que yo pensé aprovechar, si el médico no se oponía, para mover a Luz a que se explicara conmigo. ¡Me consumía el ansia de romper los diques de aquel dolor mudo, y verle desbordarse en palabras, aunque el torrente me arrollara a mi!
Desde la vecindad ó el pié mismo de la Torre de Lóndres hasta muy abajo de la vuelta de Greenwioh, es decir, hasta el fin de la isla artificial llamada «Isla de los Perros,» las dos márgenes del Támesis están casi literalmente cubiertas de Docks, complicados en inmenso laberinto, y astilleros ó grandes canteras de construcciones navales, Primero se encuentran los de Santa Catarina contiguos á la Torre de Lóndres; poco mas abajo siguen los llamados particularmente London Docks, de una magnificencia admirable; descendiendo algunas millas aun, en el vértice de la «Isla de los Perros,» se encuentran los enormes diques «de las Indias Orientales.» El resto de la isla se puede decir que es un solo dique dividido en innumerables compartimientos ó cavidades.
Palabra del Dia
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