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Actualizado: 9 de mayo de 2025


Ambéres, en efecto, es una vasta ciudad, curiosa bajo todos aspectos, donde todo interesa y llama la atencion: la estructura de los edificios y las calles, como el tipo, la lengua y las costumbres de los habitantes; el movimiento activo del comercio y de la navegacion del Escalda, como el mérito de admirables obras maestras, monumentos y museos; el aspecto de las formidables fortificaciones de la ciudad, como el de sus vastos diques de un lado, y del otro sus alegres campiñas, que hacen contrastar los símbolos de la guerra con los de la paz y la fecundidad.

Fué notable el espectáculo de aquel dia, porque turbado el órden de la misma naturaleza anegaron la tierra, rompiendo algunos diques que detenian el agua de las acequias, y en el mar pegaron fuego á los navíos, sirviendo los elementos de ministros de su venganza, y saliendo de sus limites y jurisdicion para ruina de sus contrarios, parecia que volvían á su primer confusion según andaba todo trocado.

Si no es en los puntos donde el hombre interviene para regularizar la pendiente, limpiar el fondo y reemplazar las orillas de tierra friable por empalizadas y diques de piedra, el arroyo, siempre deseoso de cambio, halla el medio de destruir poco á poco sus márgenes para reconstruirlos nuevamente.

De estos, apenas la milésima parte de su fuerza es empleada por la industria; sus aguas, en vez de ramificarse por los campos en canales fecundos, son, al contrario, encajonadas en diques laterales y detenidas inútilmente en su cauce.

Como un río impetuoso se despeña en el invierno sobre el valle y rompe los diques que las manos del hombre le han opuesto y arrastra los árboles y las casas y destruye las más florecientes heredades, de tal modo el hijo del tío Pacho penetra en las espesas falanges de los de Lorío introduciendo en ellas el desorden y el espanto.

Al S.-O. ó la parte superior del rio, están la Esplanada de armas, la Ciudadela y el Arsenal militar, dominando el muelle. Al N-E. ó la parte inferior, se extienden los Diques «grande» y «pequeño», que abrigan un gran número de buques mercantes de vapor y de guerra y están rodeados por vastos almacenes de depósito.

El laberinto de albercas ó diques penetra al corazon de la ciudad por en médio de vastos muelles planos y altísimos edificios, y de este modo se produce el extraño fenómeno de una ciudad flotante compuesta de navíos de todos tamaños metida literalmente en el seno de la ciudad de piedra y ladrillo que se llama Lóndres.

En unos lugares, estos muros tenían como cimiento visible las rocas que emergían como verdosas cabezas, lavadas incesantemente por las espumas; en otros, bajaban hasta perderse en la profundidad acuática, lo mismo que los diques de los puertos, cubriendo las antiguas oquedades del promontorio, las cuevas, las caletas en formación, todos los ángulos entrantes que habían sido rellenados con tierra vegetal.

Entonces como un torrente largo tiempo contenido que rompe en fin sus diques, continuó con un arrebato extraordinario: Es verdad, sin embargo y deponía su mano sobre su palpitante pecho. Dios había puesto en este corazón todos los tesoros de que me burlo, de que blasfemo á cada hora del día.

D. Benigno hacía los imposibles por impedir que las lágrimas salieran de sus ojos, y ya miraba al lecho, sin dejar de atender con toda su alma a lo que Sola decía, ya estiraba los músculos de su cara, ya en fin ponía diques al llanto queriendo convertirlo en benévola risa. Por último, pudo más su emoción que su dignidad y se llevó la mano a los ojos.

Palabra del Dia

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