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Actualizado: 4 de abril de 2025


Por lo descrito puede deducirse con cuánto conocimiento y precauciones debe llevarse la guerra á estas gentes, donde es enemigo hasta el clima, que ocasiona las terribles calenturas palúdicas que han diezmado siempre nuestras expediciones.

Cuando transcurridos dos meses del sitio, el hambre había diezmado á la guarnición, una mañana lluviosa, en la que se apagaban las mechas de cañones y arcabuces, los moros toman al asalto el baluarte, barriendo desde aquel punto los almacenes y sala de armas donde se habían refugiado los defensores.

Sobre este pueblo ha llovido en pocos años cuantas plagas son imaginables: crisis económicas que han reducido á polvo en una noche fortunas tradicionales; epidemias asoladoras que han diezmado las familias y cubierto de luto á la población.

Masas inmensas de jinetes vagando por el desierto, ofreciendo el combate a las fuerzas disciplinadas de las ciudades, si se sienten superiores en fuerza, disipándose como las nubes de cosacos, en todas direcciones, si el combate es igual siquiera, para reunirse de nuevo, caer de improviso sobre los que duermen, arrebatarle los caballos, matar a los rezagados y a las partidas avanzadas; presentes siempre, intangibles por su falta de cohesión, débiles en el combate, pero fuertes e invencibles en una larga campaña, en que, al fin, la fuerza organizada, el ejército, sucumbe diezmado por los encuentros parciales, las sorpresas, la fatiga, la extenuación.

Preguntádselo a los suicidas. He ahí una generación entera a la cual los acontecimientos han dado la educación de Aquiles. Yo declaro con amargura, con espanto: ¡la pistola de Werther y el hacha del verdugo han diezmado nuestras filas! Paz completa a los dichosos de la tierra, pero maldición a los que niegan un asilo al infortunio.

Ni el fin trágico de Solis, ni el número y la ferocidad de los indígenas, ni el hambre que habia diezmado á una porcion de sus propios compatriotas, fueron bastantes á retraerlos de un país que los brindaba con fáciles adquisiciones.

De él, exclusivamente de él, depende vivir en paz con todos los pueblos de América, que aplaudirían sus progresos, pero que opondrían una muralla de acero a lodo acto inspirado por ambición de engrandecimiento territorial. El Uruguay no ha salido aún de la época difícil; el militarismo impera allí y el elemento inteligente ha sido diezmado en el esfuerzo generoso por implantar la libertad.

Palabra del Dia

loncha

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