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Actualizado: 24 de junio de 2025
Cuando no nos domina el tedio nos hallamos en plena catástrofe. Con tu permiso, querido Tristán manifestó Núñez , para mí el mundo es una comedia muy interesante. El único defecto que la encuentro es que decae un poco al final... del espectador. Para entonces también hay ciertos recursos apuntó Narciso Luna dirigiendo una mirada amorosa a la condesa.
El estancarse sería perecer; se creería falta de recursos o de mérito su constancia. Cuando su boga decae, la reanima con algún escándalo ligero; un escándalo es para la fama y la fortuna del calavera un leño seco en la lumbre; una hermosa ligeramente comprometida, un marido batido en duelo, son sus despachos y su pasaporte: todas le obsequian, le pretenden, se le disputan.
Los pasillos son anchos, hay tanta luz como si estuviéramos en medio del dia, y todos los contornos exteriores de la escena suponen un interior brillante. La impresion decae en este sentido, y decae mucho.
Todo el mundo se interesa en las empresas, todo anda bien y apriesa, nada decae, y los monumentos de recreo, como los teatros, casinos, etc., están siempre en auje, aunque muchas veces sin producir utilidades. Como todos son accionistas en los teatros, todos concurren, y Barcelona tiene siempre excelentes artistas.
Ningún pueblo degenera ó decae por contragolpe del progreso natural de otros, sino por sus propias faltas ó las de sus gobiernos é instituciones, ó porque su anterior prosperidad, fruto del monopolio artificial, ha sido en gran parte ficticia. Todo lo que es artificial es débil y fácilmente perecedero, y si la violencia agrava luego el mal fundamental, tanto peor.
Comenzó a decirme: «¡Por ustedes y otras como ustedes pierden el crédito y la honra los sacerdotes y decae la religión!» Me llamó saco de malicia; que parecía mentira que se me ocurrieran semejantes atrocidades, y que por aquí y que por allá... Al principio quería comerme; después se fue sosegando... «Tiene usted razón, D. Narciso, le respondí; pero yo no puedo remediarlo...» Y es la verdad, chica, no puedo remediarlo... ¡no puedo!
Pero, como todo decae y pasa en este mundo, su miedo mismo fué al cabo debilitándose, pensando tal vez que los sanguinarios pensamientos de Peña se habían borrado igualmente con el tiempo. Poco a poco se fué familiarizando con el peligro.
Como el jazminero, era éste otro industrioso ambulante que vendía ciertas raíces blandas y jugosas, que las jóvenes se entretenían en morder restregándolas sobre los dientes. Parece broma; pero la industria decae.
El cuerpo es siempre el mismo, y decae con la edad; la mente cambia sin cesar, y se enriquece y perfecciona con los años. Pero las cualidades esenciales del carácter, lo original y enérgico de cada hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada. En el mismo hombre suelen ir unidos un corazón pequeño y un talento grande.
Si una ciudad, villa o aldea se empobrece y se arruina; si sus habitantes pierden el bienestar, el reposo y la cultura de que en otro tiempo gozaban, culpa es del ayuntamiento o del alcalde. Y si una nación decae, si pierde su poder y su crédito, y si las naciones extrañas la ofenden o la menosprecian, culpa es del monarca o de sus tontos y perversos ministros.
Palabra del Dia
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