Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de octubre de 2025


Llevaba una divisa cuyos términos heráldicos podrían servir de epígrafe y ser como el resumen de la leyenda á que damos fin: sombría, y aclarada solo por un punto luminoso, á veces más tétrico que la misma sombra: "=La Isla del Tesoro.= Es una sabrosa narración con un niño por héroe, con peripecias dramáticas y conmovedoras.

Cuando Pepita y yo nos damos la mano, no es ya como al principio. Ambos hacemos un esfuerzo de voluntad, y nos transmitimos, por nuestras diestras enlazadas, todas las palpitaciones del corazón. Se diría que, por arte diabólico, obramos una transfusión y mezcla de lo más sutil de nuestra sangre. Ella debe de sentir circular mi vida por sus venas, como yo siento en las mías la suya.

Buena ocasion era esta en efecto para lanzar al estudio de las discusiones arqueológicas una especie nueva sobre el orígen de la ojiva en el occidente, si quisiéramos seguir el erróneo sistema de los que creen que toda forma arquitectónica ha de tener una procedencia única, como la especie humana á la cual damos los ortodoxos una sola cuna.

Es de suponer que no le dió el sentido que hoy le damos, porque el nombre de farsa, al menos en España, designaba entonces toda obra dramática, no especialmente las burlescas, y por esta razón no conviene aquella significación estricta á todas las de Gil Vicente, puesto que algunas, así en su fondo como en su forma, son exactamente iguales á las de las clases anteriores.

Cada verso estaba dividido en cierto número de compases, á que damos todavia el nombre de pies, y cuya pronunciacion, alternada dentro de tiempos iguales, producía la cadencia que venia á herir el oido periódicamente, cualquiera que fuese la diversidad de los sonidos.

Si damos crédito á las quintillas, no había en Valladolid, en 1605, señora que no fuese una perdida, ni galán que no fuese un tunante. En el Catálogo hay para todos los gustos. Si Pinheiro da Veiga es todo sal y pimienta, ó, si se quiere, hiel y vinagre, otro autor y poeta, llamado Simón García del Brito, es todo almíbar en punto de caramelo.

Y es ello tan indiscutible que, para expresar materialmente los más altos objetos, potencias y virtudes, les damos forma de mujer. Y así la fama, la patria, la religión, la ciencia, la filosofía, la justicia, la fe, la caridad y la esperanza, se representan como otras tantas guapísimas señoras. Mejor sería apellidarle himno á la Pepa, á la Juana ó á la Francisca, de cuya carne gusta usted.

Ya le dije que los Hombres-Montañas deben asombrarse cuando nos visitan, así como nosotros nos asombrábamos al verles en otros tiempos. Hay cosas que no comprenderá usted nunca si no le damos una explicación preliminar. Y esta explicación sólo la recibirá usted si los altos señores del Consejo Ejecutivo quieren que viva.

Eso del cántaro no es verdad: es jonjaba que les damos a los payos; mentiras que se tragan, ansí como creen los marditos que robamos a los churumbeles para sacarles las mantecas. No hay cántaro ni na que se le parezca. Algunos, hasta se casan por Roma... Esta, por ejemplo. Y señalaba a su nuera, riendo maliciosamente al recordar los grandes regalos de la boda.

En la definicion está la ecuacion que presenta despejada la incógnita; y en la resolucion de los problemas esta ecuacion es la última. Lo que nosotros podemos definir muy bien es lo puramente convencional; porque la naturaleza del ser convencional es aquella que nosotros mismos le damos por los motivos que bien nos parecen.

Palabra del Dia

mármor

Otros Mirando