United States or Brunei ? Vote for the TOP Country of the Week !


La industria está casi muerta en Granada: los árabes que la cultivaban estan para siempre proscritos y han llegado á perder hasta el recuerdo de ella en medio de su postracion y su miseria; en Cádiz, en Sevilla, en la Carraca la vereis como en Cataluña armada de sus cien brazos, aqui arrojando al mar buques que mas tarde han de imponerle silencio con la boca de sus cañones, alli fundiendo el hierro y haciéndolo bajar como una corriente de fuego desde lo alto de la fragua, acullá sujetando cien telares á la accion del vapor, agente universal de nuestro siglo.

Allí unicamente trabajaban las mujeres. Aquellos bigardos se pasaban la vida con un fusil al hombro, charlando. Ellas cultivaban la tierra y metían las cosechas en silos, ahumaban y secaban carne y pescado, fabricaban anzuelos y flechas. Los hombres únicamente cazaban, pastoreaban las cabras y compraban y vendían pieles curtidas, jaiques, azufre, camellos y bueyes.

Rodeaba el convento por delante el patio grande, de que ya hemos hablado, y en él, a izquierda y derecha de la puerta de entrada, había cuartos pequeños de un solo piso, para alojar a los jornaleros, cuando los religiosos cultivaban sus tierras: allí habitaba en la época en que pasa nuestra historia, el guarda Manuel Alerza con su familia.

Centenares de esclavos cultivaban sus posesiones; y sus rentas y ganancias eran tres o cuatro veces mayores que las de D. Joaquín, con ser éste uno de los más acaudalados brasileños. Viudo el Sr. Machado, tenía un hijo, llamado Arturo, de veintiséis años de edad y muy lindo mozo. Arturo había estudiado leyes en la Universidad de San Pablo, donde las mujeres son guapísimas.

El ardiente deseo de aprender invadió también al bello sexo, y en muchas cátedras de esas universidades se enseñaba también á las mujeres . Como prueba de que se cultivaban otros estudios á la vez que los clásicos, pueden servir en la historia el nombre de Mendoza, y el de Montalvo en la jurisprudencia; y para dar una idea de las obras innumerables de todo género que entonces se publicaron, baste decir que el arte de la imprenta no descansaba un momento, y que España contaba en el siglo XVI más prensas que ahora .

Hacía tres años que realizaban este viaje á la entrada del invierno. Ellos tenían allá su poquito de tierra. Cultivaban hierba y centeno; las mujeres se encargaban de los campos durante el frío y los hombres emprendían la peregrinación á Bilbao en busca de los jornales fabulosos, de once reales ó tres pesetas, de los que se hablaba con asombro en el país.

Esprímese á este respecto el mencionado autor, en estos términos: «Un indio moxo escribe los anales de su pueblo en una tabla ó pedazo de caña por medio de varios signos, cuya inteligencia y manejo pide mucha convinacion y una memoria felizEntre tanto, los varones cultivaban la música.