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Actualizado: 22 de noviembre de 2025
D. José Antonio Conde, pone una advertencia al fin del tomo 2.º en la que manifiesta, que al principiar la impresion de este volúmen habia fallecido el autor, dejando la obra sin division de capítulos y sin la correspondencia de los años, y que habia hecho lo que habia permitido el tiempo para dar menos desaliñados los dos tomos póstumos y añade: al dar la serie cronológica de los Reyes árabes nos hemos visto en un laberinto.
Una vez resuelto que me ejecutarían al día siguiente, la única idea que se apoderó de mí fue la de morir con serenidad y entereza; y en efecto, demostré, al decir de todos los que me rodeaban, un gran carácter durante las horas de la capilla. Comí y dormí tranquilamente, y pasé algunos ratos departiendo con los redactores de La Correspondencia.
Su mirada vagaba alrededor de la luz, cazando una idea. La luz iluminaba la mesilla cubierta de hule negro, sobre el cual estaban los libros de estudio, forrados con periódicos y muy bien ordenados por doña Lupe; dos o tres frascos de sustancias medicinales, el tintero y varios números de La Correspondencia.
«¡Qué baile! ¡Que pregone La Correspondencia» clamaron todos. Migajas se sintió desfallecer. Era en él tan poderoso el sentimiento de la dignidad, que antes muriera que pasar por la degradación que se le proponía.
Luego la extension existe no solo en el órden ideal, sino tambien en el real; luego la extension es algo, independientemente de nuestras ideas: luego la geometría, esa vasta representacion de un mundo de líneas y figuras, tiene un objeto real en la naturaleza. ¿Hasta qué punto llega la correspondencia de lo real con lo ideal? Esto lo examinaré en el capítulo siguiente.
Todo sea por Dios. ¿No sabe usted, tía, que hace tres meses...? la Correspondencia lo trajo... una mujer llevó a su marido al Retiro, y cuando iban por un paseo solitario salió el cómplice... sí, el cómplice, que estaba escondido tras unas matas, y entre ella y aquel tuno cogieron al pobre marido, le ataron de pies y manos y le arrojaron al estanque...
Eso de luces, á mí Me toca, pues á la negra Noche di participadas Del sol las luces, que en ellas Alumbraron; y así ahora, Porque mejor resplandezcan, Os he de enseñar al sol En anticipada idea De sus sombras y mis luces Pendiente, en correspondencia Del áspid, en otra vara Más prodigiosa que aquélla.
La señora Chermidy, disfrazando su odio bajo una máscara de compasión, buscó ávidamente algunos síntomas de muerte entre las protestas de ternura, y no quedó más que medianamente satisfecha. El olor que exhalaba aquella correspondencia no era el que atrae los cuervos a los campos de batalla.
Entre cosas tan diferentes como son: la existencia actual del recuerdo, su correspondencia con el acto pasado de ver, y la conveniencia de todo con el edificio visto, él no descubre diferencia alguna. Para este caso no sabe mas que un niño de seis años: «me acuerdo; lo vi; es tal como lo recuerdo:» hé aquí toda su ciencia; nada de reflexion, nada de separacion, todo directo y simultáneo.
Se le acusa a usted de servir de intermediaria en la correspondencia entre el marqués de Revollar, ministro y consejero del Pretendiente, y el cabecilla don César Pardo, desterrado hace poco tiempo, por virtud de sentencia firme del Consejo de guerra, reunido en catorce de marzo.
Palabra del Dia
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