Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de julio de 2025


Las escenas íntimas de tan desastrados amores conyugales, aquélla en que Marta pide a su marido que le compre los diamantes, y la que ocurre en el jardín por la noche, y a la luz de la luna, son las que mejor y más claramente muestran en el Sr. Lasso el agudo talento de observación y el raro poder del estilo para expresar y reproducir lo observado.

Por un lamentable descuido del jefe del orden público fueron comprendidos entre los papeles políticos incautados en las habitaciones de la señora marquesa algunas cartas importantes de índole puramente doméstica. El señor gobernador devolvió al punto caballerosamente estos papeles al señor marqués de Villamelón, comprendiendo que en asuntos conyugales sólo al marido toca hacer reclamaciones.

A veces, en Portugal, reciben nuevas de infidelidades conyugales, y, pasando la frontera una noche, acuchillan a los amantes dormidos: éste fue el crimen del Tuerto protegido por Barbacana, cuya historia había contado también Juncal. No obstante, las hembras de Castrodorna suelen ser tan honestas como selváticas.

Por último, hacen venir á una casta sacerdotisa de Minerva, llamada Daría, á la cual atrae Crisanto al cristianismo, presentándose públicamente como si estuviesen casados, pero viviendo ambos en completa abstinencia de los goces conyugales. Los esfuerzos de ambos en difundir la nueva religión, despiertan las sospechas de los paganos.

El amor a la vida, tan poderoso en los viejos de esta edad, sólo medianamente preocupábale, a pesar de ser dichoso en la tierra. Había tenido su último lance de honor a los setenta y dos años, con un bravo coronel de cinco pies y seis pulgadas de estatura, a consecuencia de una cuestión política, según unos, y de celos conyugales, según otros.

Indudablemente mi tío Ramón había abusado de mi tía, permitiéndole que lo aceptara por esposo. Escenas conyugales como la que acabo de narrar eran muy comunes en aquella casa.

La famosa Sonata de Kreutzer, del mismo autor, se propone nada menos que probar que en las relaciones conyugales, tan santas y dulces en ocasiones, nada existe que no sea triste, venenoso é inmoral.

Repitiéronse metódicamente aquellos festines conyugales todas las semanas. Esta singular posición les apenaba y alegraba a un mismo tiempo. Sentían dolor cuando pensaban en que vivían separados, como si no estuvieran unidos para siempre por vínculo indisoluble. Pero sus entrevistas tenían por esto mismo sabor dulcísimo, un encanto especial que compensaba todos sus dolores.

Sentía tal voluptuosidad penetrante teniendo a su hijo colgado a sus pechos, mirándola con ojos graves, acariciándole la cara con su manecita mientras saciaba ávidamente el apetito, que no cambiaría aquellos momentos por todos los goces de la tierra. ¿Por ventura se refugiaría la joven esposa en el amor maternal con tanto ímpetu para consolarse de algunas decepciones conyugales?

Esto es un error de juicio, que consiste en atribuir a la extensión de la trifulca o pelotera internacional móviles más irreductibles a concordia que aquellos que determinan las disidencias y ciscos conyugales. Las guerras no son más duraderas porque sean más grandes. Hay guerras chicas que no se acaban nunca.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando