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Indudablemente había más vida en el espíritu que en la materia de mi tío; pero así y todo, entre sus pronósticos pesimistas y el de Chisco, más risueño, a juzgar yo por aquel conjunto de alma y cuerpo, inclinéme más al dictamen de mi espolique, aunque sin acercarme mucho a él: podía haber «hombre para largo»; y aun más halagüeño todavía se lo puse por comienzo de nuestra conversación.

Era el grito de ¡socorro! de un ser en peligro, el ruego acongojado de un cuerpo dolorido; el mandato imperioso de la naturaleza viva que lucha con la muerte desde el comienzo del mundo. ¿Cómo algunos minutos antes desdeñaba a tal punto la vida, cuando ahora renunciaría de buen grado a todos los goces de la tierra por poseerla? No acertaba a comprenderlo.

Por nuestro Señor, cuanto ha que en ella vivo, gota de vino ni bocado de carne no he comido ni he habido descanso ninguno; mas, ¡tal vista tiene y tal oscuridad y tristeza! Ve y ven presto, y comamos hoy como condes," Tomo mi real y jarro, y a los pies dándoles priesa, comienzo a subir mi calle encaminando mis pasos para la plaza, muy contento y alegre.

Andrés, que sólo contaba veinte años a la sazón, tuvo por curador de sus bienes a un hermano de la difunta; pero no quiso vivir con él, y se trasladó con algunos de sus bártulos a la fonda. Aquí da comienzo para el joven Heredia una era muy diversa del resto de su vida anterior.

De todos modos, algo que refrescaba aquel ardor insufrible que los vapores de la ira habían levantado en su pecho. Permaneció inmóvil hasta que los gritos cesaron. Los ojos brillaban, el pulso latía con más celeridad. Así se dice que el corazón de la fiera palpita a la vista de su víctima. Fue el comienzo de los martirios de la niña.

Dio comienzo el acto segundo. Clotilde tenía algunas escenas patéticas: al comenzarlas se produjo un poco de ruido en el público y esto bastó para que se desconcertase y lo hiciese rematadamente mal, como nunca lo había hecho en su vida. Oyéronse no pocas toses y fuertes murmullos de impaciencia.

Corrieron los días, y se aprobó el acta de don Simón, como se lo tenía prometido el ministro; se constituyó el Congreso, y dieron comienzo los primeros debates políticos, apareciendo en escena los guerrilleros parlamentarios, como en avanzada de los expertos capitanes que habían de salir más tarde a dar las batallas decisivas.

JUAN. Todo debe de ser de maravillas. CHANFALLA. Atención, señores, que comienzo: ¡Oh , quienquiera que fuiste, que fabricaste este Retablo con tan maravilloso artificio, que alcanzó renombre de las Maravillas!

¡Vaya si me atreveré! ¡Y nos veremos allá, señor guapo! Pues no tienen ustedes más que avisar. Le cojo a usted por la palabra, señor don Claudio, con permiso de papá; y comienzo por mandarle que nos ayude, hoy mismo, a formar la lista de las expediciones que hemos de hacer por tierra y a pie... Repito que estoy a sus órdenes. Y por mar... Eso ya varía, Nieves. De la mar no entiendo jota.

Los que no profundicen mucho en la idea del tiempo, apenas entenderán el sentido de la prueba; y los demás verán demostrada la contradiccion que se encierra en un comienzo absoluto; y por tanto la necesidad de que haya existido siempre algo; mas la dependencia intrínseca que se implica en la relacion de un efecto á su causa. Estas dificultades obligan á un exámen mas riguroso y profundo.