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Actualizado: 15 de noviembre de 2025


Para no hacer ruido y para no dar qué decir, D. Joaquín pretendió con mucho disimulo, tentando antes el vado, que Rafaela fuese presentada a la emperatriz; pero la augusta señora no quiso recibirla, ya pensando en la vida que se decía que Rafaela había hecho en España y en Lisboa, ya recordando que en el gran teatro de Río la habían silbado cuando ella bailaba el vito o cantaba canciones del maestro Iradier, muy celebradas entonces.

Silencio acerca de este particular, porque si alguien lo dice en Peñascosa, le sacan los ojos. Las componen generalmente sobre canciones populares que sirven para bailar en las romerías.

Me atreví hasta entretenerme libremente con su recuerdo. Miré la ventana de su cuarto y en ella vi su encantador semblante. su voz en los paseos del parque y me puse a tararear para encontrar en aquel murmullo el eco de las canciones que le gustaba entonar al aire libre, que el viento hacía tan fluidas y que eran acompañadas por el susurro de las hojas.

Más famoso por su personalidad y por la expansión de sus sentimientos en poesías líricas, que por escribir algunas comedias, fué D. JUAN DE TARSIS Y PERALTA, CONDE DE VILLAMEDIANA. Este caballero, elegante y de talento, perteneciente á una de las familias más nobles de España, superintendente de Correos del reino, fué también uno de los astros más brillantes de la corte de Felipe IV. Hiciéronse muy populares las canciones amorosas que le inspiró su carácter, sensible y muy apasionado de las damas.

La facilidad que ofrece para la versificación la lengua española, no dejó de contribuir también á ello, empleándose á este efecto, no sólo las antiguas combinaciones métricas nacionales, sino las más artísticas de los italianos; romances, redondillas, décimas, glosas, sonetos, octavas y canciones se componían por los motivos más livianos: la poesía era la gala de la vida y el intérprete de todos los placeres y penas.

¿Dónde has encontrado esto? pregunta Gertrudis, impresionada por el título. Un camarada, que era músico, tenía estas canciones en un gran cuaderno. De allí las copié yo. El que las ha hecho se llamaba Molinero de apellido y creo que ejercía además ese oficio. ¡Lee, lee, pronto! exclama Gertrudis. Pero Juan se niega. Es demasiado triste dice cerrando el libro. Será otra vez.

Es una cosa particular el sol del país natal. Dora todo lo que toca, y brotan canciones de los labios que acaricia. ¡Qué hermosa es la vida en la casa paterna! ¡Viva la alegría! Tengo ahora en casa todo un nido de alegres pájaros; dice riendo Martín, que va a darle los buenos días.

Y esto otro: Estaba la pájara pinta a la sombra de un verde limón.... Estos cantares los oía en una plaza grande a las mujeres del pueblo que arrullaban a sus hijuelos.... Y así se dormía ella también, figurándose que era la almohada el seno de su madre soñada y que realmente oía aquellas canciones que sonaban dentro de su cerebro.

Aunque de espacio en espacio alegran la procesion las notas simpáticas y ricas en colores de las educandas de la Escuela Municipal con la cinta sobre el hombro y los libros en la mano, seguidas de sus criadas, sin embargo apenas resuena una risa, apenas se oye una broma; nada de canciones, nada de salidas graciosas; á lo más bromas pesadas, peleas entre los pequeños.

¿Has visto alguna india en esas noches en que la luna asoma su blanca faz por allí y le señalé los picachos del vecino Banajao que haya cantado muy bajito, muy bajito, canciones que al que las escuchaba le dieran ganas de llorar? Sabe, señor.

Palabra del Dia

aquietaron

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