United States or Ireland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Atimonan, está á unas 3 leguas de Gumaca, siguiendo la misma costa hacia Poniente y tanto un pueblo como otro, extienden su territorio de mar á mar, teniendo en lo más estrecho 4 leguas, y 8 en lo más ancho, de terrenos altamente montuosos, por lo que necesita gran número de baluartes para hacer frente á la rapiña de los moros.

3 Porque asentaré campo contra ti en derredor, y te combatiré con ingenios; y levantaré contra ti baluartes. 6 Del SE

15 Vendrá, pues, el rey del norte, y fundará baluartes, y tomará ciudades fuertes; y los brazos del mediodía no podrán permanecer, ni su pueblo escogido, ni habrá fortaleza que pueda resistir. 16 Y el que vendrá contra él, hará a su voluntad, ni habrá quien se le pueda parar delante; y estará en la tierra deseable, la cual será consumida en su poder.

Entre los bloques, allí donde se había amontonado un poco de humus, elevábase triunfador el bosque tropical, compacta masa de intensa verdura rayada de blanco por los troncos de los árboles que invadía todas las pendientes, desde las riberas, en cuyas rocas peinaba el mar sus espumas, hasta las cumbres, rematadas por torres de vigía y baluartes fortificados.

Alzaba la isla en el fondo su escalonamiento de montañas volcánicas, con cuadriláteros de tierra cultivada moteados de blancas casitas. En la parte inferior, junto a la masa azul del mar, extendían las fortificaciones españolas sus viejos baluartes, rematados los ángulos por garitas salientes de piedra.

Eran estos á modo de baluartes que, arrancando de la montaña, llegaban hasta la ría, elevados algunos metros sobre el nivel de los campos. Los de las compañías extranjeras eran verdes, con los taludes cubiertos de musgo como los glacis de los fuertes modernos, y las pequeñas locomotoras pasaban sobre ellos ligeras y brillantes como juguetes.

Tenía ganas de pisar tierra española, de pasear por aquellas viejas murallas con sus garitas, sus baluartes y sus cañones, de ver el hermoso golfo de Cádiz. La primer visita era indispensable hacerla a don Matías. Doña Hortensia me recibió como si fuera su hijo. Mi capitán le hizo grandes elogios de . Doña Hortensia estaba espléndida.

He visto con no poca admiracion, que el que dirigió los actuales, los delineó por las reglas de arquitectura militar, dictadas por el famoso Vauban; con baluartes y sus flancos arreglados, circundándolos de estacada y foso, gastando en todo mucha plata y tiempo inútilmente. Nuestros enemigos en la frontera no han sido ni pueden ser sino indios de á caballo, armados de bolas y lanza.

En esa sierra coronada de nieves eternas no he visto mas que el sepulcro de un rey moro; en ese valle cubierto de flores, olas de garzotas y penachos flotando sobre relucientes armaduras; en esos rios que se deslizan mansamente bajo la sombra de los álamos, aguas destinadas á bañar las adelfas y cipreses que embellecen la tumba de los héroes muertos en ese vasto campo de batalla; en esos montes apartados, circuidos de precipicios, tiendas de reyes que vinieron á estender sus pendones de guerra sobre los muros de esta fortaleza; en esa ciudad que está aqui, á la estremidad del valle, reclinada sobre colinas pintorescas, una reina de torneo dispuesta á ceñir las sienes del vencedor con la corona de sus palacios y baluartes.

Por la Porta di Mare subieron á las murallas, baluartes de gruesos bloques calcáreos que aún se mantenían de pie en una extensión de cinco kilómetros. El mar, visible desde las tierras bajas como una estrecha faja azul, se mostró ahora inmenso y luminoso; un mar solitario, sin un penacho de humo, sin una vela, entregado por completo á las gaviotas.