Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de mayo de 2025


La verdad..., yo no sabía qué decir cuando me hablaban de esto. Aseguraban unos que Antoñuelo es el novio, o sabe Dios qué, de la Juanita, y le endosaban a usted a la Juana. Otros afirmaban que usted pretendía a Juanita; pero entonces, ¿en qué se empleaba, qué papel hacía el celebérrimo Antoñuelo? ¿Eran ustedes rivales?

Su magnanimidad y su desprendimiento eran tales que siempre los ingresos resultaban para ella muy inferiores a los gastos y el auge de su fortuna distaba muchísimo de corresponder a sus triunfos. Los janotas que frecuentaban más a Rafaela, aseguraban que era toda ella corazón. De aquí que sus negocios económicos fuesen de mal en peor en Lisboa, donde llegó a tener mil desazones y apuros.

Lorenzo Fréitas y algunos otros marinos que, a falta de catalejo, tenían muy perspicaz la vista, aseguraban haber columbrado en la costa de la izquierda vagar hombres salvajes y feroces de descomunal corpulencia. No vacilaban en conjeturar que el menor de dichos hombres era de tan colosal estatura, que de fijo el más alto de cuantos iban en la nave no le llegaría con la cabeza debajo del brazo.

Ya todos aseguraban haber encontrado a don Santos dando patadas a la puerta de la Cruz Roja y desafiando a gritos al Magistral. Había bandos: unos reclamaban la intervención de la autoridad, otros sostenían el derecho del pataleo de Barinaga.

Algunos lo supusieron oculto en los peores barrios de Buenos Aires; otros aseguraban haberlo encontrado de fotógrafo en Paysandú. Nadie sabía dónde había muerto. ¡Macanas! decían los incrédulos al escuchar tales relatos . Todos los gringos que vienen por acá y no quieren trabajar la echan de Juan Ort, para que les admiren los zonzos.

Así pues, si estos mudéjares no vivian en la tristísima y dura condicion de los siervos, tampoco disfrutaban la libertad religiosa y demas derechos que en aquella misma época aseguraban el fuero de Valencia á los muzlimes vasallos de D. Jaime el Conquistador, y á otros vasallos mas felices de Fernando, Alfonso y Sancho, las capitulaciones de Toledo y Sevilla.

Cuando mi hermano se fue al colegio de artillería, yo no pensé más que en dar gusto a papá, y en que se notase poco la falta de la pobre mamá.... Mis hermanas preferían ir a paseo, porque, como son bonitas, les gustaban las diversiones. A me llamaban feúcha y bizca, y me aseguraban que no encontraría marido. ¡Ojalá! exclamó Julián sin poder reprimirse. Yo me reía. ¿Para qué necesitaba casarme?

Principió el chaparrón de comentarios sobre la lentitud con que Castaños organizaba sus tropas: unos aseguraban que tenía miedo; otros, que estaba decidido a dar la batalla, pero que, seguro de perderla, tenía tomadas sus medidas para retirarse a Cádiz y huir a las Américas con lo más granado de sus tropas; otros en fin, se atrevieron a más, y pronunciaron la palabra traidor.

Aseguraban que Julián no iba a ninguna parte, que se había hecho hombre serio hasta el punto de no requebrar a ninguna mujer, y por último, que cuando hablaba de ella, aun tratando de mostrarse reservado, revelaba una emoción profunda.

Decían unos que el prisionero de Zenda había muerto; otros que había desaparecido pero estaba vivo; aseguraban algunos que era un buen amigo del Rey a quien había prestado valioso servicio en Inglaterra, en cierta aventura; y no faltaba quien sabía que, habiendo descubierto las tramas del Duque, se había éste apoderado de él y arrojádolo en una mazmorra.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando