United States or Benin ? Vote for the TOP Country of the Week !


Una de las escenas siguientes nos ofrece esta entrevista, interrumpida por la aproximación de Don Juan de Austria.

Del fondo de la arboleda se elevaban nubes de pájaros, unas veces en forma de triángulo, otras en forma de corona, siendo las más grandes de estas aves del volumen de una mosca. Todos los habitantes de la selva adormecida escapaban asustados al sentir la aproximación de este monstruo inmenso.

De aquí que la imitación del natural en grandes composiciones al aire libre, se obtenga siempre no tan fielmente como en un recinto cerrado sino por aproximación, por equivalencias relativas; y en tal supuesto nadie ha llegado donde Velázquez en Las Lanzas.

Le venían siguiendo: alguien intentaba sorprenderle traidoramente por la espalda. Pero esta sospecha duró poco. Tal vez fuese algún perro vagabundo que huía al sentir su aproximación. En fin: lo cierto era que alguien huía de él, fuese quien fuese, y nada tenía que hacer allí.

Se amaron sin arrebato, con una pasión fría y calmosa, más por la comunidad de ideales que por la instintiva aproximación del sexo; un amor de revolucionarios, con el pensamiento dominado por la rebeldía contra lo existente, sin dejar sitio a otros entusiasmos.

Desarmados los pueblos por la desconfianza de un gobierno débil, caían en sus manos como fáciles presas; á su aproximacion, los agricultores abandonaban sus campos, los ganados se diezmaban y un rastro de sangre y fuego marcaba su paso.

Esto último no precisamente por vergüenza, sino por el mismo sentimiento amoroso que seguía agitando su corazón. Creía, y no le faltaba motivo, que, supuestas las habladurías que corrían por el pueblo y la guerra de todos los capellanes, principalmente de D. Narciso, cualquiera aproximación a su confesor podía comprometerle.

Un intento de aproximación y de confidencia se traducía como amenaza de inmediatas peticiones. Los de menos fortuna, que hasta entonces habían gastado pródigamente, con la facilidad que proporciona el crédito, comenzaban a restringir sus necesidades extraordinarias en el comedor y en el fumadero.

La cogida atroz en la plaza de Sevilla cortó, con la rudeza del dolor físico, su despecho amoroso. La enfermedad y luego su tierna aproximación a Carmen durante la convalecencia le habían hecho resignarse con su desgracia. ¿Pero olvidar?... Eso nunca.

Permítese al novelista y al poeta describir todas las fases de la ambición soberbia, de la vanidad ridícula, del odio aborrecible, del rencor infame; podemos desmenuzar en prosa y verso todos los malos sentimientos: ¿y no hemos de poder pintar la deliciosa y natural aproximación de los sexos que instintivamente aspiran a juntarse hasta ser, como el Señor dispuso que fueran, carne de una carne, hueso de un hueso, dos en uno? ¡Es triste cosa!