Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de julio de 2025
Como siempre pasa, había bulas para difuntos. En sitio privilegiado, entre la verja de madera y el altar, no sólo estaban la madrina y las señoras que habían pagado la carrera al preste, sino otras a quienes no asistía derecho alguno; y lo que es aún más digno de censura, unos cuantos hombres.
Pues desde el amanecer estad alertos. Apenas quiebra sus rayos el sol en las alabastrinas ventanas del ábside, ya estan ocupando el coro en torno del altar los presbíteros en una hilera, y los diáconos detrás en otra. Los cantores y demas clérigos ocupan su lugar, y comienzan el grave canto de los maitines.
19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel. 20 Y cuando hubiere acabado de expiar el santuario, y el tabernáculo del testimonio, y el altar, hará llegar el macho cabrío vivo;
Raquel, mientras tanto, había ido a hincarse, descorazonada, cerca del altar. Adriana tenía prisa de concluir cuanto antes. Generalmente, cuando iba a confesarse, la dominaba una impresión de misterio, y cierto receloso pudor le impedía referir nada relacionado con los secretos íntimos de su conciencia o con los pecados que más la inquietaban.
Sólo me falta corregirla. Pero crea usted que estoy desanimado: á trozos me disgusta, á trozos me agrada. ¿La verdad?... Ignoro lo que he hecho. Coquelin quiere conocerla: para eso ha ido á Cambo. El poeta se defiende; al cabo, con la «bonhomie» de un dios que se resignase á descender unos momentos de su altar, coge el manuscrito de «Chantecler» y lee. ¡Admirable!
21 Lavó luego con agua los intestinos y [las] piernas, y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar; holocausto en olor muy aceptable, ofrenda encendida al SE
Junto al cuadro grande, y pegadas a él, como las ofrendas o ex-votos en el altar, pendían multitud de coronas de trapo con figuradas rosas, violetas y narcisos, y luengas cintas negras con letras de oro. Eran las coronas que había llevado la señora en su entierro, y que D. Carlos quiso conservar en casa, porque no se estropeasen en la intemperie del camposanto.
En aquel día supremo, arrodillada ante el altar mayor de Santa Clotilde, bajo el resplandor estelario de los cirios en medio del grupo de flores que la rodeaban, la mano en la mano del esposo, el corazón desbordando de piadoso reconocimiento y de amor dichoso, Juana de Berengére alcanzó al cielo.
46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve presto a la congregación, y reconcílialos; porque el furor ha salido de delante de la faz del SE
¿Pues qué, señora de mi alma,-dijo don Francisco, quedando inmóvil y como si le hubiese herido un rayo, no sabéis que sois mi esposa y que ante el altar de Dios nos hemos juntado en uno?
Palabra del Dia
Otros Mirando