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Actualizado: 5 de mayo de 2025
Jacobi, ingeniero alemán, director de la explotación, hombre letrado y no poco bromista, comenzó á llamarle Plutón por haber nacido debajo de tierra, y Plutón le quedó.
En los cristales: Trajes de casa y de librea. En un recodo que hace la calle: Al palacio de cristal. Más arriba: Al palacio de cristal. Vestidos para hombres y niños. Más abajo, en un cuadro de hoja de lata ó de metal dorado: Vestidos para hombres y trajes para niños. Este aviso está en francés, inglés y aleman. Sobre otra puerta: Al palacio de cristal. Ropas de casa.
Lope de Vega dice, en su Nuevo arte de hacer comedias, que Felipe II no podía sufrir que apareciesen en la escena personajes reales; pero, á pesar de esto, es falso, como asegura un escritor alemán, que publicase con dicho objeto ley alguna. En la biblioteca de la Real Academia de la Historia, se encuentra manuscrita la Consulta que hicieron á S. M. el Rey Felipe II, García de Loaysa, Fr.
Como quiera, el filósofo aleman entiende aquí por persona una substancia inteligente; y en este sentido se propone combatir el argumento con que se prueba la personalidad del alma.
Uno de los franceses, que estaba enfrente de la puerta, vio que al subir la escalera el español echó sobre los hombros del alemán su hermosa capa forrada de pieles; que el alemán hizo alguna resistencia, y que el otro se esquivó y se metió en su camarote. ¿Habéis entendido lo que decían? le preguntó su compatriota.
Los extractos de Linguet traducidos al alemán en Brunswik, fueron explotados con frecuencia por los escritores dramáticos alemanes, y tal es el origen de Amtmann Graumann und die Soldaten, de Schröder, de El alcalde de Zalamea, teniendo el mismo origen, ó de Collot d'Herbois, las Begebenheinten auf dem Marsch, de Stephani.
Muchas veces, desde aquel sitio de la muralla, oíamos las lentas campanadas del Ángelus. Al anochecer tomaba la diligencia en una plazoleta próxima y me marchaba a San Fernando con el espíritu angustiado y lleno de una extraña amargura. Algunas veces he oído referirse a una poesía de un poeta alemán, creo que de Enrique Heine, en donde un pino del Norte suspira por ser una palmera del trópico.
La difunta no expresaba su propio pensamiento: copiaba otra vez algo de un libro: «Nada contribuye tanto a hacer desagradable la vida, como un segundo amor. Ferpierre recordaba muy bien este juicio del poeta alemán: ¿podía la difunta haberlo citado sin aplicárselo a sí misma?
De noche, cuando la campana del puente marca el paso de cada media hora, el vigía contesta allá arriba con otra campana y grita a través de la bocina unas palabras que, en la obscuridad, parece que vienen de las nubes. Es un bramido en alemán como los que suelta el dragón que mata Sigfrido en la selva.
En efecto se manifiesta enamorado de una joven plebeya totalmente inocente y sencilla, que vive pobremente con su madre y que se deja seducir luego. Faust se cansa del amor de Margarita lo mismo que de todos los goces de la vida. No hay nada mas hermoso en aleman que los versos en que manifiesta a un mismo tiempo el entusiasmo de la ciencia y la saciedad de la dicha.
Palabra del Dia
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