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La variedad que hoy en platos se encuentra, cederá a la fuerza de las circunstancias; lo que nunca podrá perder será el servicio: la fonda nueva no reducirá nunca el número de sus mozos, porque es difícil reducir lo poco; se ha adoptado en ella el principio admitido en todas: un mozo para cada sala, y una sala para cada veinte mesas.

Moro y Rosillo, se llamaban los caballos que montábamos, eran hermanos, y siempre habían comido en una misma tina, estando en esto explicado, el por qué al buscarse ellos, nos acercaban á nosotros. Al pronunciar Ninay el nombre de su novio, no lo hizo balbuceando ni mucho menos, aquel estaba ya admitido por sus mayores, y por lo tanto la cosa era muy natural y corriente.

La opinión es la conciencia de los hombres políticos. Acaso esta conducta le sea favorable para el porvenir, porque las circunstancias han de cambiar necesariamente. Hay en este momento una plaza vacante en la Academia Francesa: muchos académicos, entre otros M. de Lainé y M. Royer Collard, han escrito a mi hijo para que se presente candidato, en la seguridad, dicen, de ser esta vez admitido.

Yo tambien he peleado, dixo, pero otro ha usurpado mis armas; y hasta que tenga la honra de acreditarlo, pido licencia para presentarme á acertar los enigmas. Votáron; y estaba tan grabada aun en todos los ánimos la reputacion de su probidad, que unánimemente fué admitido.

Cuando estudio la causa, dudo. ¡Oh! , querida prima. Las pruebas acumuladas contra él eran decisivas. Yo mismo fuí cegado por ellas, puedo confesarlo puesto que estamos hablando con toda franqueza. He creído durante mucho tiempo que el pobre Jacobo, enloquecido, arrebatado por la necesidad de dinero, pudo, en un momento de irresponsabilidad... , he admitido que pudo ser criminal.

No obstante, cuando sonó un golpe a la puerta y se dijo que el socio de Tennessee estaba allí para defender al prisionero, fue admitido en seguida sin el menor interrogatorio; acaso los miembros más jóvenes del jurado, para quienes los sucesos se prestaban a graves reflexiones, lo saludaban como un poderoso auxilio.

Hay que convenir también, en que así que el señor de Maurescamp hubo sido admitido a hacerle la corte, su actitud, sus procederes y lenguaje, respondieron pasablemente a la idea que una joven puede formarse de un hombre enamorado y amable. Todos los pretendientes que tienen mundo y una bolsa bien llena, se parecen poco más o menos.

En don José, que con los años y el dolor iba haciéndose egoísta, pudo más el orgullo de tener hijo de tales arranques que el miedo a las consecuencias de su hermoso rasgo. Por otra parte, el temor de que le destinaran al ejército de operaciones le parecía amenaza de un mal lejano y demasiado horrible para ser fácilmente admitido como inmediato.

Las palabras que le he dicho se las ha llevado el aire, los ofrecimientos se han tenido en poco, las dádivas no se han admitido, de algunas lágrimas fingidas mías se ha hecho burla notable.

Recibió las sagradas órdenes en Toledo; entró en la congregación de siervos del Santísimo Sacramento en el Oratorio del Caballero de Gracia, en donde cantó misa el primer domingo de Agosto de 1609; fué admitido el 24 de Enero de 1610 en la congregación del Oratorio de la calle del Olivar, y el 26 de septiembre de 1611 en la Orden tercera de San Francisco .