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Actualizado: 27 de mayo de 2025
Detesto las construcciones ligeras hasta lo absurdo que levanta la especulación para climas tan variables. Como uno llega en la época de los grandes calores, acéptase sin titubear tal vivac: pero con frecuencia se prolonga la estancia durante septiembre y aun todo el octubre, expuestos á la furia de los vientos y las lluvias.
En el primer momento, la de Ribert quería devolver la carta y rogar al señor... no, no puedo escribir su nombre... que hiciese sus encargos él mismo, pero le supliqué que salvase mi amor propio y aceptase la misión que se le confiaba.
Nada de eso replicó perentoriamente Barbacana . Estos señores se vuelven cada uno a su casa. No hay cuidado ninguno. A mí... me basta con este mozo añadió señalando al Tuerto, agazapado otra vez en su rincón. No fue posible reducir al cacique a que aceptase la guardia de honor que le ofrecían. Por otra parte, no se notaba síntoma alguno de que hubiese de alterarse el orden nuevamente.
Apenas honrado con la confianza de usted, mi primer deber era aconsejarle que no aceptase sino bajo beneficio de inventario, la embrollada sucesión que le había correspondido. Esta medida, señor, me ha parecido que ultrajaba la memoria de mi padre, y debí negarme. El señor Laubepin me lanzó una de sus miradas inquisitoriales que le son familiares; y repuso.
Aunque el señor de Pavol no me apremiaba para que aceptase alguno, me demostraba, sin embargo, las ventajas de cada uno de ellos e insistía algo, para que yo por lo menos consintiese en tratar a mis enamorados.
Haría ya una hora que la noche había cerrado, y más de dos que yo espiaba su llegada a la ventana de mi cuarto, cuando al fin apareció. Salí precipitadamente al portal y le entregué el billete, y con él, haciendo un esfuerzo sobre mí mismo, un duro. Hubo lucha para que lo aceptase, y en ella tuve momentos de desfallecimiento. Al fin quedaron las cinco pesetas en su poder.
Habiendo tomado tan favorable giro la plática, el pretendiente instó y apremió a su pretendida para que de una vez lo aceptase como novio... Coca se hizo de rogar bastante... Discutió todavía... ¿Podía estar segura del amor de Vázquez?... ¡Eran tan inconstantes los hombres!... Y razonando así, entretuvo un buen rato al estanciero, como una gatita blanca que juega con un ovillo de seda roja...
Ella agradecía el ofrecimiento del señor Peña, pero no podía aceptar. Era el hombre honrado y modesto que deseaba; si no fuese más que un dependiente de comercio, tal vez aceptase... ¿pero es que ella ignoraba quién era su familia? Estaba enterada por una parroquiana amiga de su mamá y de sus hermanitas.
El, con una serenidad de rostro imperturbable, se puso en camino, pidiendo á Dios aceptase su vida en sacrificio de placación y paz, ó de la manera que más le agradase á su Majestad, y le fué necesario padecer semejantes trabajos, á los que toleró en su viaje á las Misiones de los Chiquitos.
Me la envió meses ha de regalo mi sobrino Jacinto, que está en Filipinas empleado en Hacienda. Tiempo hay todavía de hacer con esta tela un precioso vestido de mujer. ¿Y quién lo llevaría con más garbo y lucimiento que Juanita, si aceptase mi presente? La tela es pintiparada para hacer el traje, y si ustedes quieren darse prisa, aún tienen tiempo de sobra.
Palabra del Dia
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