Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de junio de 2025


8 Los hombres burladores enlazan la ciudad; mas los sabios apartan la ira. 9 Si el hombre sabio contendiere con el loco, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo. 10 Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto; mas los rectos buscan su alma. 12 Del señor que escucha la palabra mentirosa, todos sus ministros son impíos.

16 mira en mi, y ten misericordia de ; da fortaleza tuya a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. 17 Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque , SE

3 He trabajado llamando, mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. 4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué; entonces devolví lo que no hurté. 5 Dios, sabes mi locura; y mis delitos no te son ocultos.

2 Y le salió al encuentro Jehú, hijo de Hanani, vidente, y dijo al rey Josafat: ¿A [un] impío das ayuda, y amas a los que aborrecen al SE

Dios nuestro de aquellos que aborrecen Zoichupa mo anama po chineneco

Allá va lo que pongo a la voz <i>Fanatismo</i>... «Enfermedad físico-moral, cruel y desesperada, porque los que la padecen aborrecen más la medicina que la enfermedad. Es una como rabia canina que abrasa las entrañas, especialmente a los que arrastran holapandas.

Pues bien, en vista de este desconcierto, ¿no es patriótico intentar la reconciliación de todos los que aborrecen la tiranía? ¿Qué te parece, Salvador, no es patriótico, altamente patriótico? Me parece tan patriótico como imposible replicó el interrogado.

El ejército es liberal exclamó Rufete, que no pudiendo estar por más tiempo callado tomó la palabra con estruendo en la primera coyuntura . El ejército se compone de hombres libres que aman el más perfecto de los códigos y aborrecen la tiranía. Dígase Constitución, y el ejército responderá Constitución.

Por esta causa, monín, he estado un mes sin poderte cumplir mi palabra. Mi marido me acompañaba a todas partes, hasta a las tiendas, a pesar de que los maridos las aborrecen. El mayor regresó ya a América; pero mi querido esposo le había tomado el gusto a mi compañía y no había manera de librarse de él... LIONEL. ¡Ya lo he notado...! LINE. Parecía que lo hacía a propósito.

Era una avenida de laureles y cipreses, con bancos curvos de mármol, y teniendo por fondo una columnata en semicírculo. A me hubiese gustado plantar palmeras, muchas palmeras, de Africa, del Japón y del Brasil, como las que hay en los jardines del Casino. Pero el príncipe y don Atilio las aborrecen.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando