Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de julio de 2025
"Mis versos se cantan por las hermosuras del harén, mis apuntes de historia el Visir los lee; nadie puede afrentarme por mis acciones, y para mayor fortuna, los buenos me quieren y los malos me odian. ¡Oh, buen Alá! ¡Cuán bien hice de aplicarme al estudio y no imitar al imbécil Catur!
Porque es hora ya de manifestar, aunque con la debida reserva, que el mayordomo de D. Félix había perdido bastante de su prístina fortaleza en el comercio de las bellas, según se aseguraba. Tenía las piernas temblonas y estaba más averiado que un visir. ¡Ea! ya está formado el montón.
Amedrentado el rey rebelde, había entrado en tratos con los portugueses para entregarles la plaza, pero su visir, que era un rumí, o griego renegado, se puso de acuerdo con la princesa hija del monarca que había reinado allí en tiempo del grande Albuquerque.
Al otro dia ahorcáron al gran visir; y al tercero su sucesor, que no fue ahorcado hasta de allí á un mes, me condenó á la misma multa por haber cenado con el patriarca griego: de suerte que me ví en la triste precision de no freqüentar la iglesia griega ni la latina.
Todo el mundo se declaró en su favor, no porque estaba en el camino de la verdad, ni porque era discreto, ni porque era amable, sino porque era primer visir. No dió ménos felice cima á otro intrincadísimo pleyto de los magos blancos con los negros.
Al volverse Panglós, Candido y Martin á su cortijo ,`encontráron á un buen anciano que estaba tomando el fresco á la puerta de su casa, baxo un emparrado de naranjos. Panglós, que no era ménos curioso que argu-mentista, le preguntó como se llamaba el muftí que acababan de ahorcar. No lo sé, respondió el buen hombre, ni nunca he sabido el nombre de muftí ni de visir ninguno.
Entónces el gran visir protegia á los Griegos: el patriarca griego me acusó de que habia cenado con el patriarca latino, y fui condenado por el diván á cien palos en la planta de los pies, que rescaté á precio de quinientos zequíes.
Una noche, por ejemplo, se ponían en la escena en movimiento los muñecos de palo de Racine y de Corneille, oyéndose en monótonos yámbicos españoles lo que los franceses califican de dignidad indispensable del estilo trágico, esto es, frases ridículas de polichinelas, como la siguiente: Mourons, mon cher Osmin, moy comme un visir, et toi Comme le favorí d'un homme tel que moy.
Con la llave abrirás y entrarás y visitarás invisiblemente, desde la cabeza gorda y maciza del visir Barbaruk hasta el último abismo del mar.
Dió golpe á Zadig esta palabra; puesto que á fuer de buen físico que no creía que fuesen los loros profetas, se sosegó luego, y empezó á servir su cargo lo mejor que supo. Hizo que á todo el mundo alcanzara el sagrado poder de las leyes, y que á ninguno abrumara el peso de su dignidad. No impidió la libertad de votos en el divan, y cada visir podia, sin disgustarle, exponer su dictámen.
Palabra del Dia
Otros Mirando