Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de junio de 2025


De pronto sonó ruido de cascabeles y trallazos, y ambas mujeres vieron venir por la carretera un coche de colleras tirado por cuatro mulas y envuelto en una nube de polvo. Pocos minutos después el coche se detenía, y el amante esperado se apeaba solo, ligero y ágil, saltando como un muchacho. Felisa, sin acertar a creer lo que veía, gritó a su compañero: ¡Es él! ¡Solo! ¡Sin vendas ni trapos!

Garabato introdujo entre los dedos del maestro pequeñas vedijas de algodón; luego cubrió las plantas y la parte superior de los pies con una planchuela de esta blanda envoltura, y tirando de las vendas comenzó a envolverlos en apretadas espirales, lo mismo que aparecen envueltas las antiguas momias.

Revolvió Teresa todo su cuarto, buscando en el fondo de las arcas, rasgando lienzos, desliando vendas, mientras la muchacha lavaba y volvía á lavar los labios de aquella hendidura sangrienta que partía como un sablazo el carnoso hombro. Las dos mujeres atajaron como pudieron la hemorragia, vendaron la herida, y Batiste respiró con satisfacción, como si ya estuviese curado.

Ella, ciega por la más temible y la más tupida de todas las vendas, y temerosa siempre de verse privada de las luces y consejos de aquel hombre, que llenaba la escasa cavidad de su corazón y satisfacía las inmensas proporciones de su vanidad, resolvió entonces, para desagraviarlo, hacerle el 30 de abril, día de su cumpleaños, un magnífico regalo.

Mi hogar está donde estés y donde él esté. ¡Pero no me vendas! ¿Con qué objeto lo deseas? le preguntó Ester, negándose, sin saber por qué, á aceptar este secreto convenio. ¿Por qué no te anuncias públicamente y te deshaces de de una vez? Pudiera moverme á ello, replicó el médico, no querer arrostrar la deshonra que mancha al marido de una mujer infiel. Pudieran moverme también otras razones.

Los hombres son casi siempre torpes y testarudos que Dios los ayude ; sin embargo, cuando no están ebrios no carecen de sentimientos, aunque no sepan poner vendas ni sanguijuelas: son demasiado bruscos e impacientes. Fijaos, primero se pone esto sobre el cuerpo prosiguió Dolly, tomando una camisita y poniéndosela a la niña.

Tomó al gato con infinitas precauciones y lo depositó sobre él. Luego, sacando del bolsillo un paquete de vendas, se puso a liarle la pierna rota con la delicadeza de un cirujano. El gato le dejaba hacer como si entendiese que de aquello dependía su salud.

A don Ramón se le encandilaban algo los ojos, a pesar de que doña Encarnación estaba presente, y dejó escapar estas palabras: Si te vendieses, aunque en el lugar son casi todos pobres, yo no dudo de que tendrías los ocho mil reales; pero yo no quiero que te vendas. Ni yo tampoco replicó la muchacha . Lo dije por decir. Fue una ponderación.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando