Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de junio de 2025


Eso no puede ser, tío Merlín objetó luego el alcalde; la cosa no trae tanta malicia. ¿Y á qué se agarra usté pa creer...? ¿Que á qué me agarro?... Esa es cuenta mía.

¿Y usté cree esos embustes, criatura? ¿No ve que son invensiones de gentes que la quieren mal?... Envidias na más. No; conozco a Juan. ¿Usté cree que esto es lo primero?... El es como es, y no puee ser de otro modo. ¡Mardito ofisio, que paece volver locos a los hombres!

Con éstos se entiende una bien; y si mañana ú otro día..., vamos..., ¿está usté?

Se ha ido sin despedirse de Juan, y cuando éste fue a verla el otro día, se encontró con la puerta cerrá. Y ahí le tiene usté, triste como un cabayo enfermo, y anda con los amigos con cara de entierro, y bebe pa alegrarse, y cuando vuelve a casa paece que le han dao cañaso. No; él no olvida a esa mujer.

Conque ¿entendióme, padre?... Y a usté, don Marcelo, ¿qué le paez de este disponer mío, como si estuviera en la mi casa? Todo me pareció bien, hasta el estilo, y las precauciones que tomaba Mari Pepa para no ser oída del enfermo, y la decisión de Lituca, y, en particular, la cara que ponía para declarármela.

Usté, señor Fermín, es un rancio; pero por darle gusto quedan suprimidas las cantaoras. Bien mirado, maldita la falta que hacen más jembras, aquí donde hay tantas que parece un colegio. ¡Pero música y vino hasta por encima de la cabeza! Y baile de la tierra; y baile fino, agarrados como los señoritos. Verá usted la que se arma esta noche, señor Fermín.

970 Sin sueldo y sin uniforme lo pasa uno aunque sucumba: confórmese con la tumba; y si no... No se conforme. 971 Pues si usté se ensoberbece o no anda muy voluntario, le aplican un novenario de estacas... Que lo enloquecen. 972 Andan como pordioseros sin que un peso los alumbre, porque han tomao la costumbre de deberle años enteros.

Y se le humedecían los ojos, cerrando los puños con desesperación. No se ponga usted así, Gallardo. Lo que yo hice fue un gran bien para usted... ¿No me conoce aún bastante? ¿No se cansó de aquella temporada?... Si yo fuese hombre, huiría de mujeres de mi carácter. El infeliz que se enamore de es como si se suicidase. Pero ¿por qué se fue usté? insistió Gallardo.

Alcaparrón cesó de gemir. Diga usté, señó, ya que tanto sabe. ¿Cree su mersé que golveré alguna vez a ver a mi prima?... Necesitaba saberlo, le dolía la angustia de la duda, y deteniendo su paso, miraba suplicante a Salvatierra con sus ojos orientales, que brillaban en la penumbra con reflejos de nácar.

Todo el mundo toma parte en el alzamiento, y yo soy el general en jefe. ¡Perfectamente, perfectamente! ¡Con mil demonios! ¡Que esos granujas de kaiserlicks no caigan sobre nosotros sin llevar su merecido, me parece muy bien! ¡Bah! Deme uste el cuchillo.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando