Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de julio de 2025
Admirábale aquella joven tan animosa, tan bella, á quien había salvado y que á su vez procuraba salvarle á él. Larga fué su carrera por el lecho del tortuoso arroyo, y cuando á Roger empezaba á faltarle el aliento, su hermosa guía se arrojó palpitante sobre la hierba, oprimiendo con ambas manos el agitado pecho. Roger se detuvo.
A más del puente de Muntingbayan son muy notables y dignos de citarse en este camino el de Isabel II, levantado sobre el río Iyam su primera piedra la puso el inolvidable Gobernador, D. José María de la O., el 15 de Marzo de 1852, y la última el 6 de Julio del siguiente año, el de Urbistondo sobre el río Malaoa y el de D. Francisco de Asís que une las altas rocas entre las que corre el pintoresco cáuce del tortuoso y agreste Domoit.
El verde y tortuoso valle de Serchio presentaba su más alegre y bello aspecto en el mes de mayo, la época de las flores en la vieja Italia.
En la estacion de seca se va á caballo, atravesando la llanura; mas en tiempo de lluvias se suben nueve leguas por el rio Itonama, muy tortuoso cerca de Magdalena y que transita por unas praderas anegadas en parte, pero pobladas de millares de ganados pertenecientes á las estancias de San-Antonio y de San-Miguel que se descubren á un lado del rio.
Un sendero tortuoso que empieza al borde mismo de la fuente, sube por el flanco de la colina, contornando los troncos de los árboles, desaparece luego cubierto por las altas plantas en un repliegue del terreno, y llega, por fin, al llano, sembrado de hermoso trigo.
Adornaron sus cuernos con papel dorado: ciñeron su cuello con cintas de diversos colores. Un mozo designado por la suerte la llevaba amarrada por los cuernos. Ya se pone en movimiento la comitiva; ya comienza á descender por el áspero tortuoso sendero de la montaña sombreado de castaños. Las zagalas agitan sus panderos, cantan á coro, y sus voces puras bajan en alas de la brisa hasta el valle.
No tan bella parece la ciudad en su interior, antes bien produce una impresión algo desagradable lo empinado de sus cuestas, lo tortuoso de muchas lóbregas calles, y el mezquino y ruinoso aspecto de sus edificios, entre los cuales descuellan por su solidez y grandes proporciones, ya que no por su artística belleza, la casa de la Comunidad y el Seminario, edificios situados el primero en la antigua plaza de la Marquesa, ahora de la Libertad, y el segundo en la plaza de su nombre dando ya fuera de la ciudad.
El automóvil había dejado atrás los suburbios de Río Janeiro. Subía por un camino tortuoso, entre bosques, hacia el poblado de Boa Vista, y a cada revuelta agrandábase el panorama y era más fresco el viento. A un lado de la pendiente extendía la montaña su rápido declive de rocas obscuras, de una rugosidad paquidérmica.
Afirmaba Gláfira que uno de sus progenitores había sido Epiménides, sabio, legislador, poeta y profeta, diestro en el arte de suspender la vida, permaneciendo aletargado en profundas cavernas, para conocer por experiencia el sesgo y tortuoso curso que llevan al través de los siglos los sucesos humanos. Gláfira había perdido el secreto de las artes mágicas, pero tenía no pocas habilidades.
Así hablaba el alma atribulada de Lázaro, mientras con los medios exteriores se dirigía al auditorio en un discurso, confuso, tortuoso, desigual y falto de lógica. Empezaron las toses. Dicen los oradores que al oír las toses en las pausas de sus discursos, se les hiela la sangre. Lázaro las oyó repetidas y comunicadas á todo el auditorio, y resonaron en su corazón como siniestros ecos.
Palabra del Dia
Otros Mirando