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Actualizado: 1 de noviembre de 2025
Todo esto nos cuesta grandes tesoros, además de las cantidades que ellos nos exigen en calidad de contribución. Jueves Santo, 7 de abril de 1814. El domingo, día 20, fue tomada la ciudad de Lyón.
El indio se parecerá a un estudiante que tú conociste. ¿Pero de dónde había de sacar el tal estudiante todas las magnificencias indostánicas, todos los peregrinos tesoros de que en esta fotografía aparece rodeado?
Ellos valiéndose del aborrecimiento que los Alanos, que estaban dentro, tenian á los Catalanes, y movidos de la codicia de hacerse dueños de los tesoros que Roger habia recogido, se resolvieron de tomar las armas, y rebelarse. Comunicado su consejo con Ataliote, y aprobado por él, les pareció ponerle en ejecucion; porque como antes vivian á modo de Ciudad libre, temian venir en sujecion.
«¡Esta sí que era resolución firme! Iba a ser buena, buena, de Dios, sólo de Dios; ya lo vería el Magistral. Y él, don Fermín, sería su maestro vivo, de carne y hueso; pero además tendría otro; la santa doctora, la divina Teresa de Jesús... que estaba allí, junto a su cabecera esperándola amorosa, para entregarle los tesoros de su espíritu».
13 Tus riquezas y tus tesoros daré a despojo sin ningún precio, por todos tus pecados, y en todos tus términos; 14 y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conoces; porque fuego es encendido en mi furor, y arderá sobre vosotros.
Es verdad que don Juan había supuesto de la hermosa menina menos de lo que ella era, ya se tratase de hermosura de cuerpo, ó de hermosura de alma; de ternura hacia el ser que tuviera la fortuna de ser amado por ella, de tesoros de pureza reservados para aquel hombre; don Juan se había enamorado de sus suposiciones, y de ver que sus suposiciones habían sido mezquinas, debía enamorarse todo cuanto su alma era capaz de amar, que lo era hasta lo infinito; don Juan, pues, moría pensando en doña Clara, sufría recordando á la Dorotea.
Hay, ciertamente, tesoros de sentimiento en el alma y en los escritos de Pereda; pero esos sentimientos son siempre viriles, robustos y primitivos, como infundidos en hombres de tosca y ruda corteza.
5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, para saber qué era aquello, y por qué. 7 Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey por razón de los judíos, para destruirlos.
Imperdonable sería renunciar al disfrute de estos tesoros y á la influencia reformadora, que, en la depuración del gusto dramático, tendría el conocimiento de esas composiciones tan notables, y escritas todas para la representación, no para la lectura.
Estos tesoros estaban, o se suponía que estaban, tan hábilmente escondidos, que era menester un don sobrenatural para descubrirlos. De aquí se originó la idea de los zahoríes, que descubrían los tesoros.
Palabra del Dia
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