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Actualizado: 5 de junio de 2025
Baste indicar aquí que el Viernes Santo, al anochecer, se celebra el santo entierro, en el que no parecen ya las figuras simbólicas de los personajes de la antigua ley; sólo hay nazarenos, hermanos de Cruz, llevando cada cual a cuestas la suya y haciendo gala de que sea pesada y grande, y soldados romanos y no pocos judíos, convertidos ya, en prueba de lo cual llevan en las manos sendos rosarios y van rezando devotamente.
Otra clase de característica observamos en esas comedias, que hemos llamado simbólicas.
Así, á medida que los examinamos, y atendiendo á su fondo y á su forma, pueden clasificarse las comedias españolas en históricas y fingidas, en mitológicas, pastoriles, tradicionales, simbólicas, burlescas, en comedias de costumbres de cada época, en dramas románticos imperfectos de la historia antigua ó moderna, en comedias de intriga ó de situaciones determinadas, etc., y cada una de éstas, según el punto de vista que se tome y las bases que se fijen de antemano, se puede subdividir casi hasta lo infinito.
Pero ¿quién me demuestra la naturalidad espontánea y las honduras filosóficas de las novelas neuróticas, psicológicas, simbólicas y naturalistas que privan hoy? ¿No podrían ser también artificiosas, falsas y no menos llenas de afectación y de amaneramiento, con la pícara circunstancia de poner de mal humor a los lectores y de divertir menos al público del siglo XIX, que Las Sergas de Esplandián o que Tirante el Blanco divirtieron al público del siglo XVI? Al cabo, la burla, la parodia de los libros de caballerías dio motivo y aun se puede decir que inspiró y produjo el más bello y profundo libro de entretenimiento, en prosa, que hasta ahora en el mundo se ha escrito.
Entró, pues, el general radiante y satisfecho cual si viese ya en lontananza la cartera de la Guerra, y contestando con sonrisas y palabras huecas a las mil preguntas que de todas partes le dirigían, apresuróse a dar cuenta a la condesa de Albornoz y a la duquesa de Bara de una embajada de su majestad la reina... Esta las designaba para acompañarle al día siguiente, a la capilla expiatoria del bulevar Haussman, donde debía celebrarse la Misa de aniversario, algún tanto retrasada aquel año, del infortunado Luis XVI; el espectáculo prometía ser curioso, porque los príncipes de Orleans, reconciliados con el conde de Chambord, asistirían por primera vez, en público, a aquellas simbólicas honras.
Sutiles discusiones teológicas y escolásticas se leen al lado de escenas profanas de amor; ángeles y demonios; el Niño Jesús y la Virgen María; santos y figuras simbólicas se ofrecen en las tablas, con reyes, labradores, estudiantes y bufones. Los anacronismos y la inobservancia de los usos y costumbres, se cuentan por millares.
El brillo deslumbrador de su poesía, la vida que rebosa en su conjunto, las alusiones simbólicas que enlazan lo más remoto con lo más próximo, sus profundas miradas en el alma humana y en los secretos de la creación, en una palabra, cuanto caracteriza en primer término á estas admirables composiciones, y les asegura un valor duradero, sólo puede comprenderse con claridad leyéndolas atentamente.
Además, al final de sus viajes estaba Marsella, y en una de sus callejuelas un salón rojo adornado de columnas simbólicas, donde se encontraba con navegantes de todas las razas y todas las lenguas, entendiéndose fraternalmente por medio de signos misteriosos y palabras rituales.
Palabra del Dia
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