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Actualizado: 20 de mayo de 2025
Mientras el millonario leía los papeles, cambiando de vez en cuando alguna palabra con su secretario, el médico, hundido en un sillón, dejaba vagar su mirada por el despacho. Sufrían una decepción al entrar allí, los que hablaban con asombro del retiro misterioso del omnipotente Sánchez Morueta.
Mario y Carlota habían desaparecido, no corporalmente, pero sí en espíritu. Timoteo gemía y se lamentaba amargamente, por conducto de su violín, de que la niña menor de Sánchez se hubiese vuelto de espaldas y hablase tan animadamente con la señá Rafaela, sin cuidarse para nada del Día de sol ni de su intérprete.
De este modo y por aquellos motivos durmió allí, y se fueron solos, después de cenar, su marido y Neluco a casa de éste. Los primeros que llegaron al otro día bien temprano fueron dos parientes de la que fue mujer de mi tío Celso, de los Sánchez del Pinar, de Caórnica, a orillas del Saja.
El aspecto de Celestina era tan extraño como el de Refugio, y al mismo tiempo tan semejante al de esta, que no se podría fácilmente decir cuál de las dos era la señora. «Lo probable pensó la Bringas sentándose en el primer sillón que se desocupó , es que ninguna de las dos lo sea». La de Sánchez tenía su hermoso cabello en el mayor desorden. No se había peinado aún.
Sánchez era muy dado a pasear por ellos con zapatillas, le daba un vuelco en el corazón y le saludaba con una turbación que, lejos de disminuir, aumentaba cada día. He aquí el hombre se decía al apartarse de él en cuyas manos se encuentra mi felicidad o mi desgracia.
Llaman, pues, inmediatamente nuestra atención los diversos poetas contemporáneos de Lope, que, como él, acometieron también la empresa de reformar y perfeccionar el drama español. Ramón, que fueron los más, después de los del gran Lope. Estímense las trazas artificiosas en todo extremo del licenciado Miguel Sánchez; la gravedad del Dr.
Era propiedad de una vieja devota que, por legar toda su fortuna á la Iglesia, se negaba á vender el edificio á Sánchez Morueta, dándose la satisfacción de tener por inquilino á uno de los primeros ricos de Bilbao.
El albéitar les miró un instante con sorpresa y bajó de nuevo la cabeza para atender a la del herido. Moreno y Sánchez se hicieron una seña, y aprovechándose de la distracción general, se escabulleron bonitamente, bajaron la escalera y se plantaron en la calle.
Mientras las observaciones de Sánchez fueron simplemente visuales, las cosas no pasaron de ahí; pero cuando quiso poner en práctica algunos medios de cerciorarse del instinto y los sentidos del perro, éste comenzó claramente a demostrar su desabrimiento. Clavel, ven aquí. Ve a mi cuarto y tráeme los otros. ¡Que si quieres!
Señor D. Gil Sanchez Muñoz, racionero de la Iglesia de San Martín de esta ciudad, canónigo de Santa María de la misma, canónigo de la metropolitana de Barcelona, y electo Papa en el día 10 del mismo Junio del año 1423 por los cardenales de la obediencia del llamado Benedicto XIII. Renunció tan alta dignidad por la paz de la Iglesia, cuya determinación participó al Ayuntamiento y capitulares de Teruel en 26 de Julio de 1429.
Palabra del Dia
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