Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de junio de 2025
Y en veinticuatro horas se me muere, como si el cielo quisiera castigarme. Es verdad que me queda mi nieto; pero ese Juanito en nada se parece a su padre, y te lo confieso: le quiero poco; no veo en él más que un reflejo lejano de mi pobre hijo. De mi pasado, de aquella época que fue la más feliz de mi vida, sólo me resta Visitación. Es el retrato de la pobre muerta; ¡la adoro!
No quiera Dios que mi nombre ni la sangre de donde vengo entren a parte, para provocar tamañas desdichas sobre nuestros antiguos vasallos, y menos para arrebatarles la mísera fortuna que les resta, dándoles, en cambio, la servidumbre y la muerte.
No existe para nosotros otra vida que la presente; pero ¡ay! ante la sábana de tierra que cubre a mamá, sentí por primera vez flaquear mis convicciones. Acabamos al morir; pero algo resta de nosotros junto a los que nos suceden en la tierra; algo que no es sólo el átomo que nutre nuevas vidas; algo impalpable e indefinido, sello personal de nuestra existencia.
Si estas substancias transitorias no fuesen nada mas que el acto mismo de la conciencia, resulta que cuando deja de existir este acto, nada resta de la substancia; y por tanto nada queda trasmisible.
Permítame que le alumbre. Perdón... ¿debo esperar nuevas órdenes antes de consagrar al pago de los acreedores el precio de los dijes y joyas que tengo en mi poder? No, ciertamente. Espero, además, que de lo que resta, se cobre usted la justa remuneración de sus buenos oficios.
Ahora bien: á este papel le despojo de la extension; ¿qué resta? Lo mismo que antes. 1.º Un fenómeno interno atestiguado por mi conciencia. 2.º La idea de un ser causa de este fenómeno. Nada mas.
No puedo pensar. Dímelo tú, que sabes más de la vida. Desde anoche que no tengo otro deseo que verte: me faltaba el tiempo para llegar aquí y llamarte. Tú eres lo único que me resta... Y miraba al doctor con ojos suplicantes, mientras éste se encogía de hombros, dudando de la eficacia de sus remedios para salvar á su primo. Me siento mal, Luis dijo quejumbrosamente Sánchez Morueta. Yo me conozco.
Ya han hollado mis pies muchas espinas, y aunque avanzo llorando en mi camino, sólo encuentro doquier sombras y ruinas, tristes, como las tintas vespertinas, y obscuras, cual la voz de mi destino. ¿Qué me resta sufrir?... En mi amargura, ¿Dónde tender la vista lacrimosa sin que encuentre mi propia desventura? ¡oh!... ¿Como descansar de esta tortura el alma que no vive ni reposa?
Sus conocimientos de la literatura profana no iban más allá de los versos que había bordado en una gran tapicería, bajo el pastor y la pastora; y para arreglar una cuenta tenía que hacer la resta quitando chelines y medios chelines metálicos y visibles de un total metálico y visible. Apenas hay en nuestros días una sirvienta que no sea más instruida de lo que estaba la señorita Nancy.
Usté, sin saberlo, y por consecuencia de aquellos manejos de hace años, ha sido el Deus ex machina de este día, el día más feliz de nuestra vida, de don Pedrito, de Angustias, de Belarmino y mía. Así es comentó Belarmino. Y en seguida, meditabundo . ¿Cuánto durará? Lo que nos resta de vivir afirma Apolonio, accionando con rotundidad escénica. Y le muestran a Felicita los telegramas.
Palabra del Dia
Otros Mirando