Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
A la pregunta que leyó en mi mirada inquieta, no respondió sino con un vago encogimiento de hombros. No sé dónde, dos o tres habitaciones más lejos, oí la voz de Roberto que discutía con el anciano. Era una prueba de que él tampoco se alejaba de la cama de la enferma. «¿Pero por qué se contenta con quedarse afuera? me preguntaba. Casi se diría que le está prohibida la entrada.»
Es verdad: fue al corregimiento, y de allí... pasó después a la censura eclesiástica; por más señas que fue a un excelente padre, y en un momento, esto es, en un par de meses, la despachó: volvió al corregimiento y fue de allí a la censura política; en una palabra, ello es que en menos de medio año salió prohibida. ¡Prohibida! Sí, señor, y yo no sé a la verdad... porque mi comedia...
Y como natural consecuencia de la boga de sus artículos, también su persona alcanzó inusitado favor en los salones. Se le juzgó fino, gentil, elegante: las mamás le bloquearon con sonrisas y lisonjas. Pero no estaba por los amores lícitos: gustaba de morder en la manzana prohibida, y es fama que en poco tiempo le dio muchos y fuertes bocados.
Les está prohibida la residencia en París, porque la vigilancia sería muy difícil. Se les señala una residencia en provincias, en una ciudad pequeña, y la policía local no los pierde de vista. ¿Y si viniesen a París sin permiso? Entonces habrían infringido la orden y les haríamos deportar de nuevo, en virtud de un decreto de 8 de diciembre de 1851.
Como San Juan Degollado daba voces desde la cisterna en que Herodías le guardaba, la Regenta rebelde, la pecadora de pensamiento, gritaba desde el fondo de las entrañas, y sus gritos se oían por todo el cerebro. Aquella Ana prohibida era una especie de tenia que se comía todos los buenos propósitos de Ana la devota, la hermana humilde y cariñosa del Magistral.
Y pensó que dentro de tres horas, antes de amanecer, saldría con gran sigilo por la puerta del parque la huerta de los Ozores . Entonces sí que haría frío, sobre todo, cuando llegaran al Montico, él y su querido Frígilis, su Pílades cinegético, como le llamaba. Iban de caza; una caza prohibida, a tales horas, por la Regenta. Anita no dejó a Víctor tan pronto como él quisiera.
El catedrático no quería esplicar menos que por aquel autor y Basilio no tenía dinero bastante para comprarse la obra, pues, con el pretesto de que estaba prohibida por la censura de Manila y había que sobornar á muchos empleados para introducirla, los libreros pedían elevados precios.
Pero al mismo tiempo todos los desdenes, todas las humillaciones pasadas, le parecían insignificantes ante la idea de la felicidad prohibida, que imaginaba oculta en aquel soñado esplendor de los bellos hechizos. No había muerto del todo su esperanza. Aguardaba la entrevista.
Sería engañar a Dios, engañar al Magistral pensar en ese hombre ni un solo instante, ni siquiera para compadecerle.... ¡Oh! ¡qué hipócrita, qué gazmoña miserable sería yo si tal hiciera! ¡Qué romanticismo del género más ridículo y repugnante sería el mío, si después de tanta piedad que yo creí profunda, vocación de mi vida en adelante, volviera una pasión prohibida a enroscarse en el corazón, o en la carne, o donde sea!... ¡No, no! ¡Ridículo, villano, infame, vergonzoso, además de criminal! ¡Mil veces no!
Por ser sus palabras curiosisimas, las pongo aquí, trasladadas de la lengua latina en que fueron escritas. «Por tanto no dejaré de notar que si alguno probare descender de los hebreos que de ningun modo dieron su consentimiento para la muerte de Cristo, y constare que la contradijo, y que despues de publicada la ley de Gracia no cayó otra vez en el judaismo, podria ser admitido en las órdenes y dignidades eclesiásticas; y no solo en las religiones, sino en las militares: en las cuales por estatutos, está prohibida la entrada á cuantos descienden de linajes de judíos .»
Palabra del Dia
Otros Mirando